Claman que la desaparición del gaucho Sarapura no quede impune
23/11/2021. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Existe la sospecha de que fue asesinado y sepultado entre las serranías en la que habitaba.
No hay una fecha precisa sobre el día de su desaparición, pero hoy se cumplen dos años de la denuncia realizada sobre la sospechosa y repentina ausencia del gaucho José Pío Sarapura, de 89 años.
En la zona era conocido como “El Centinela de El Crestón” y vivía en el cerro Nogal Solo, ubicado en las serranías del oeste de San José de Metán.
Se sospecha que el hombre podría haber sido víctima de un homicidio. Una de las hipótesis es que fue asesinado y enterrado entre los cerros, pero su cuerpo nunca fue hallado, a pesar de las intensas e inéditas búsquedas por cielo y por tierra, incluso con especialistas y perros.
Desde el inicio la investigación estuvo en la Fiscalía Penal 2 de Metán, pero jamás se ordenaron detenciones. Incluso las pesquisas se dificultaron porque pasaron de un fiscal a otro, que cubrían una vacante en la conducción de esa Fiscalía.
“Íbamos a hacer una manifestación en Tribunales, pero justo es feriado, porque a dos años el caso sigue impune y seguramente Sarapura fue asesinado. Pedimos a la Justicia que castigue a los culpables y que digan dónde está el cuerpo para darle cristiana sepultura a ese hombre gaucho de bien”, dijo a El Tribuno un amigo de Sarapura.
La búsqueda
En junio pasado la Policía de la Provincia informó que efectivos de la Brigada de Investigaciones 3 continuaban con la búsqueda de José Pío Sarapura, quien falta a su hogar desde el 22 de noviembre del 2019.
Nuevas infidencias e investigaciones hicieron que la búsqueda tomara nuevamente impulso, además de la constante presión de sus amistades y familiares.
“Se reitera la solicitud a los medios de comunicación y comunidad en general la difusión de la presente a los fines de ubicar a José Pío Sarapura, de 89 años, quien falta a su hogar desde noviembre del año 2019. El trabajo se encuentra a cargo de efectivos de la Brigada de Investigaciones 3 con asiento en la ciudad de Metán, bajo la dirección de la Fiscalía Penal y Laboral 2, conforme al protocolo de búsqueda de personas extraviadas”, señaló el parte de prensa de la fuerza.
Responde a las siguientes características fisonómicas: mide 1,65 metros , tez trigueña, cabello corto negro, bigote y barba rasurado. Se sabe que vestía un atuendo gauchesco con poncho salteño al momento de su desaparición.
Luego de su desaparición se desarrollaron varios operativos de búsqueda. Entre ellos uno inédito con la participación de más de 80 efectivos de diversas áreas de la Unidad Regional 3, junto unidades de rescate de la ciudad de Metán, Salta e integrantes de las delegaciones de Córdoba, San Luis, Santa Fe y Entre Ríos.
Sin rastros de violencia
En la casa en la que don Sarapura habitaba entre los cerros, ubicada al oeste de Metán, no había huellas de violencia ni rastros del gaucho. Hubo muchos operativos de búsqueda, pero luego cesaron.
En una oportunidad una pista condujo nuevamente a efectivos policiales hacia los cerros. La misma daba cuenta que Sarapura había sido asesinado y luego enterrado en la zona, pero no hallaron nada.
El gaucho tenía 89 años y desde hace 65 vivía en su humilde casa que está en una pronunciada pendiente del cerro Nogal Solo.
Era muy amigable y hospitalario, especialmente con los lugareños y turistas, los hombres a caballo y los enduristas, muchos de los cuales llegan en sus motos hasta su casa, luego de cruzar ríos y cerros con muchas dificultades.
No hay precisiones sobre el día exacto de su desaparición, lo que genera muchos interrogantes y dudas en los investigadores.
Muchos interrogantes
El 22 de noviembre de 2019, a las 23.41, en la comisaría 30 de Metán, radicó una denuncia Mario Ramón Sarapura, quien dijo que había tomado conocimiento por su hermano, Eduardo Sarapura, sobre la desaparición de su tío José.
Según la denuncia, Eduardo se había dirigido desde Metán hacia el cerro Nogal Solo, donde vivía en soledad el Centinela de El Crestón. Informó que no lo encontró en su casa y que lo buscó sin poder hallarlo.
Al día siguiente, el sábado a primera hora, se inició la intensa búsqueda del gaucho, con la participación de efectivos de distintas divisiones de la Policía de la Provincia, personal de Defensa Civil, bomberos, familiares y amigos de Sarapura, baquianos de la zona e integrantes de la Brigada de Búsqueda
y Rescate de Metán.
Sarapura, a pesar de su edad, todavía montaba a caballo. Pero lo que llama la atención es que todos sus equinos estaban en la finca, al igual que la montura que siempre utilizaba. Todo estaba en orden en la humilde casa del hombre de campo. Las puertas estaban cerradas, pero sus perros tampoco aparecieron.
Todo parecería indicar que el gaucho salió caminando del lugar acompañado por sus fieles animales. Lo que llama la atención es que tiempo después uno de sus perros regresó a la casa llorando.
Lo que también genera misterio es que Sarapura estaba enfermo, se movilizaba con dificultad y tenía serios problemas de visión.
La lógica indica que no se podría haber alejado mucho del lugar en el que vive, en la desnivelada ladera de un cerro, en medio de un paisaje imponente, que conocía como la palma de su mano.
Fuente de la Información: El Tribuno