El ministro Pulleiro rompió el silencio y responsabilizó a los funcionarios de Nación del descontrol del Bicentenario
21/06/2021. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
El funcionario de Gustavo Sáenz defendió al Gobernador en un extenso texto en el que dejó varios grises, y dijo que el mandatario provincial "no sabía nada" sobre la orden de dejar ingresar a una multitud de militantes.
En la organización de una conmemoración tan importante y sensible para los salteños, como lo fueron los actos del Bicentenario del Paso a la Inmortalidad del General Martín Miguel de Güemes de los días 16 y 17 de junio, que tuvo la presencia del presidente Alberto Fernández y otros altos funcionarios nacionales, lo que dio la nota fue el descontrol y el desborde provocado porque cientos de militantes kirhneristas se filtraron luego de recibir la orden la Policía de Salta de abrir las vallas.
Luego de que se hiciera público a través de infinidad de videos el ingreso indiscriminado de militantes, y mientras se les prohibió la entrada a decenas de integrantes de fortines de Gauchos de Güemes; entre otras irregularidades ocasionadas por la organización de los homenajes en Honor al Héroe Nacional, el presidente del Comité Operativo de Emergencia, Francisco Aguilar, anunciaba que ponía su renuncia a disposición, cansado de poner la cara por cada decisión errática de la que no solo él formó parte a lo largo de estos 15 meses de pandemia. Y nadie más parecía hacerse cargo de lo que sí asumió Aguilar.
Muchos cañones apuntaron al ministro Juan Manuel Pulleiro como el responsable, y desde el Gobierno provincial fueron pasándose constantemente la "pelota" de las responsabilidades.
Pulleiro justamente rompió este domingo el silencio y se expresó en su perfil de Facebook con un extenso posteo, en el que se deslinda de responsabilidades y se las atribuye al Gobierno nacional. Las expresiones del ministro de Seguridad de la Provincia rezan textual:
"En este día patrio, tras días de reflexión, frente a tantos comentarios y en algunos casos enormes falsedades sobre lo que pasó, me siento en la obligación de compartir con la ciudadania y sujetándome estrictamente a los hechos, lo que efectivamente sucedió. La noche del 16 de junio nos hizo revivir la tristeza de los salteños durante la agonía de nuestro General hace dos siglos atrás. El parque a oscuras, la tristeza del gauchaje y los infernales a pie firme al lado de su figura fue lo único que se asemejó a aquella triste noche de otoño.
La grave situación sanitaria que transita la provincia de Salta en plena pandemia nos llevó a restringir el desfile y la concurrencia de público para rendir homenaje al Gral. Güemes. Luego, la participación del Presidente de la Nación obligó a adecuar los protocolos de ceremonial y montar un estricto operativo con tres anillos de seguridad que solo permitía el ingreso de las autoridades invitadas y de los gauchos de los fortines que realizarían la guardia bajo las estrellas. Así las cosas, el operativo de seguridad a cargo de la Secretaria General de Presidencia transcurrió bajo precisos controles de seguridad por parte de la Policía de Salta. La excepción se presentó cuando unos sesenta integrantes de organizaciones sociales se acercaron al tercer anillo de seguridad y pese a la negativa de la Policía de Salta fueron autorizados a ingresar por quienes tenían a cargo la seguridad del Presidente. Los mismos funcionarios de casa militar los escoltaron hasta el hotel, donde nuestro Gobernador se vio sorprendido y molesto cuando observó la multitud en la puerta del hotel, pues no llegamos ni siquiera a advertirlo de esa situación, ni consultarlo por la decisión tomada por aquellos funcionarios.
Sufro en carne propia que se transgiversen los hechos y la injusticia que sobrelleva el Dr. Gustavo Sáenz cuando se lo critica por lo sucedido, cuando no fue informado de nada de esto e incluso nos reclamó porque se permitió que estas personas estén en las puertas del hotel porque las restricciones sanitarias eran para todos y no podía haber excepciones y nos dio la orden que no se permita entrar a nadie al monumento y asi se hizo.
No querría estar en sus zapatos gobernando con esta terrible presión, seguramente una de las más grandes que tuvo cualquier Gobernador en la historia de Salta. Justamente por eso siempre trato de no llevarle más problemas y esa noche actué de la misma manera. Soy un hombre de honor, me hago cargo de los problemas y no dejaré que otro cargue con mis errores. Trabajo incansablemente por la seguridad de los salteños y siempre dispuesto a cumplir mi juramento de Soldado de seguir constantemente mi bandera y defenderla hasta perder la vida… y hoy esa bandera es el pueblo de Salta".
Fuente de la Información: DNI Salta