Mulhall murió sin llegar a ser juzgado en todas las causas de lesa humanidad
22/11/2014. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Uno de los mayores responsables de los delitos de lesa humanidad que ocurrieron en Salta, Carlos Alberto Mulhall, falleció en la madrugada de ayer a los 85 años.
Uno de los mayores responsables de los delitos de lesa humanidad que ocurrieron en Salta, Carlos Alberto Mulhall, falleció en la madrugada de ayer a los 85 años.
Con su muerte, caerán dos de los once expedientes que se tenía previsto analizar en audiencia de juicio el próximo 2 de diciembre. La impunidad biológica volvió a ser parte del pesar de las organizaciones de Derechos Humanos que señalaron que el represor nunca dijo dónde estaban los desaparecidos.
De los juicios que se llevaron a cabo hasta el momento en Salta el único que Mulhall no estuvo imputado fue en el del escribano Melitón Bustos. En tanto sí fue condenado en las causas de la Masacre de Palomitas, de la desaparición del ex gobernador Miguel Ragone, de la Mega causa que trató en su mayoría los delitos contra estudiantes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), y de los delitos de lesa humanidad cometidos al sur de la provincia, juicio que se conoció como la Causa Metán. Se le dictó cárcel común, pero la Cámara de Casación le permitió la domiciliaria, cortando la prisión preventiva común a menos de un mes de dictarse la sentencia, en enero de este año.
Mulhall fue jefe del Ejército en la provincia entre diciembre de 1975 y diciembre de 1977. La época se recuerda como una de las más nefastas en la provincia por la cantidad de desapariciones.
Nora Leonard, víctima y familiar de quienes desaparecieron en la Masacre de Palomitas, indicó que lo que más le había impresionado del represor fue "su frialdad y soberbia", al recordar una alocución de Mulhall en 1985: "Me siento orgulloso del papel desempeñado por las fuerzas que estaban bajo mi mando", había dicho. La última condena por quienes estaban a su mando fue por el secuestro, vejaciones reiteradas, torturas, y hasta venta de una chica de 15 años. Eso le valió la condena en la llamada Causa Metán por "violación, corrupción de menores, y tormentos", sobre la en aquel entonces chica de 15 años.
"Le preguntaban por algunos soldados desaparecidos y él decía 'bueno, debe ser un desertor'. Siempre esquivo, no quería declarar. Nunca aportó datos ni declaró. Queda la sensación de impotencia. Porque estas personas mueren sin decir dónde están los desaparecidos. Esa verdad para que los familiares puedan recuperar los cuerpos de sus seres queridos", dijo Leonard.
Fernando Pequeño Ragone, por su parte, manifestó "no puedo sentir felicidad. Solo preocupación por sus familiares que quedan vivos, con la imposibilidad real de poder mirarnos a la cara con una justicia que llegó tarde y con el silencio que ellos mantuvieron sobre sus mismos familiares. Cuando no distorsionaron sus actos convenciéndolos que su decisión de asesinar era justa. Hago fuerza para que represores como el ex juez (Ricardo) Lona puedan vivir lo suficiente todavía para permitir que la Justicia les cuente a sus familiares la crueldad de las cosas que supieron hacer. Cuando hoy parecen sólo unos viejitos buenitos cargados de altos valores morales".
Fuente: Nuevo Diario