Zaffaroni asesorará a Colombia para acuerdo con terroristas
03/11/2014. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
La administración de Juan Manuel Santos contactó al juez para que éste brinde asesoría jurídica en el complejo proceso de paz que involucra al Gobierno de ese país con las FARC.
ugenio Zaffaroni se reunió el pasado jueves por la noche con Cristina de Kirchner para llevarle su renuncia a la Corte Suprema Justicia. Fue un encuentro reservado en Olivos. El documento se dio a conocer el viernes por la mañana y encierra distintos mensajes hacia adentro y hacia fuera del máximo tribunal, aunque no ofrece grandes pistas sobre el destino inmediato del justice que se retira el 31 de diciembre. Un futuro cuyos rasgos centrales comenzaron a develarse en la cita del jueves.
El primer destino de Zaffaroni, apenas comience el año, es Colombia. La administración de Juan Manuel Santos contactó al juez para que éste brinde asesoría jurídica en el complejo proceso de paz que involucra al Gobierno de ese país con las FARC. La negociación que transcurre en La Habana traspasa los límites del escenario regional y es crucial para intereses políticos y económicos de otras geografías que requieren de una paz afianzada en Colombia para reforzar sus compromisos.
Santos precisa de una ingeniería judicial de tipo penal -posiblemente un tratado- que regule la rendición de las armas de los insurrectos y sirva como cierre a un proceso de cuatro etapas que tuvo su comienzo en Oslo, en octubre de 2012, y que luego se trasladó a la capital cubana. Una de las fases más espinosas de esas conversaciones se centran en la reparación que el Estado colombiano y las FARC deberán hacer para con familiares de victimas de una contienda que definió las últimas cuatro décadas de ese país.
Zaffaroni fue contactado por el expresidnete colombiano Ernesto Samper, que desde mediados de este año actúa como secretario general del bloque Unasur. Samper estuvo en Buenos Aires semanas atrás y luego de una larga conversación se fue con el compromiso del justice. Más allá de la especulación sobre un desembarco en la política, una posible nominación a los tribunales de la OEA o la siempre presente vocación académica, el primer compromiso ya fuera de la Corte es para con la política internacional.
El ministro le transmitió su destino a la Presidente luego de compartir un encuentro con Jorge Bergoglio en Roma junto a un grupo de referentes del Derecho Penal. El mensaje del jefe de la cristiandad en esa ocasión fue contundente y su inclinación por las posiciones más garantistas han ganado lugar en sus últimos escritos, especialmente en aquellos donde aparece la defensa de los "excluidos" y una crítica a la concentración de la riqueza.
Zaffaroni ya cuenta incluso con el que será su acto final. La despedida de su paso por la Corte tiene fecha para el próximo martes 25 de noviembre en la Facultad de Derecho cuando la UBA reciba a Sergio Moccia, penalista italiano y uno de los integrantes de una comisión creada por el Gobierno italiano para reformar el Código Penal de ese país. Será por demás interesante observar las presencias de la política y la Justicia que el juez reunirá en ese encuentro.
La renuncia del justice garantiza un enero agitado porque el Gobierno tendrá la obligación -así consta en la Constitución- de presentar un candidato para la Corte en un lapso no mayor a 30 días. En paralelo continuará el debate sobre si el oficialismo debe remitir al Congreso un proyecto de ley para ampliar la integración actual y de ese modo contar con mayor capacidad de negociación con los bloques de la oposición.
El debate sobre la capacidad del tribunal está dado entre sus propios miembros. Si bien Ricardo Lorenzetti defiende la idea de que la Corte puede funcionar con cuatro integrantes, ayer Elena Highton de Nolasco avisó, en declaraciones periodísticas, que es necesario que se designe un quinto juez.
Es la segunda disparidad en menos de una semana entre la jueza -que es la vicepresidente de la Corte- y Lorenzetti. El martes pasado este último firmó un duro fallo contra la AFIP al cual Highton de Nolasco eligió no plegarse y efectuó una disidencia. Las cuentas estatales aparecen, especialmente este año, como la frontera más firme entre ambos ministros.
Zaffaroni no firmó ese fallo como tampoco se expedirá sobre cuestiones trascendentes en los próximos días. Su final será como lo fue gran parte de su permanencia: nunca tuvo conflictos personales con sus pares sino puntos de vista divergentes sobre ciertas posiciones del tribunal (como por ejemplo el fallo que avaló la constitucionalidad de la reincidencia) o sobre la agenda del mismo, demasiado cercana -para la doctrina zaffaronista- a expedientes sensibles para el mercado.
A pesar de cierta afinidad en materia de ideas, Zaffaroni nunca fue un gestor del kirchnerismo en la máxima instancia del Poder Judicial. Ni en materia de expedientes ni en cuanto a los espacios de poder que habilitan las estructuras cortesanas. Su salida de la Corte, sumada a la incertidumbre sobre su sucesor y los casos resonantes que el tribunal se dispone a tratar, viene a confirmar la regla de que la política, por lo general, está más regida por las necesidades del contexto que por la voluntad de quienes la ejecutan.
fuente: Ámbito