El nuevo rol de las escuelas judiciales
15/03/2012. Análisis y Reflexiones > Análisis y Reflexiones
El aporte al sistema judicial y sus desafíos en el fortalecimiento del Poder Judicial.
Las escuelas judiciales surgieron en nuestro país en la década de los noventa con el objetivo de implementar y desarrollar programas de capacitación y perfeccionamiento continuo destinado a magistrados, funcionarios y empleados judiciales.
En este proceso los poderes judiciales provinciales fueron replicando estructuras que, en la mayoría de los casos, dependen directamente del tribunal superior de cada poder judicial.
Si analizamos los planes académicos de las escuelas judiciales, advertimos que la actividad académica se organiza sobre la base de tres importantes pilares:
a) la capacitación continua, es decir la actualización permanente de la judicatura
b) la capacitación inicial, destinada a los aspirantes a ingresar al Poder Judicial
c) la capacitación de los empleados: para el ascenso en la carrera judicial.
En esta evolución los centros judiciales de capacitación, también llamados escuela de la magistratura o escuela judicial, siguieron diversas orientaciones en lo que respecta a sus objetivos. No solo se implementan y desarrollan programas de capacitación, destinados a lograr un elevado nivel de formación en conocimientos teóricos y prácticos de aplicación específica en la administración de justicia, sino que conjuntamente al logro de este objetivo las escuelas judiciales asumen nuevos desafíos, que van más allá de la organización de cursos, talleres, seminarios o jornadas de capacitación.
Este flamante perfil de las escuelas judiciales se evidencia en la implementación de programas destinados a la comunidad, es decir, a los ciudadanos que utilizan el servicio de justicia, los usuarios no expertos por oposición a los profesionales abogados. Un claro ejemplo de las actividades de extensión hacia la comunidad, se refleja en las capacitaciones que se brindan en centros vecinales, en las visitas que realizan los magistrados a los establecimientos educativos y que se enmarcan bajo la denominación “La Justicia sale a las Escuelas” en el caso de la Escuela de la Magistratura de Salta, o “La Justicia y la Escuela” de la Escuela Judicial de San Luis.
Otro aspecto que se presenta como desafío para los centros de capacitación judicial es la gestión de calidad, que ha llevado a incorporar entre los objetivos de las escuelas la promoción e implementación de mecanismos y técnicas de diagnóstico, tendientes a identificar las necesidades del servicio de justicia para evaluar sistemas que impulsen su continua modernización. Este rol de la escuela judicial se concreta mediante la formulación de encuestas, diagnósticos y otras actividades tendientes a la detección de falencias y/o necesidades actuales de la administración de justicia.
Finalmente, la escuela judicial asume en los últimos años un papel activo en la tarea de implementar y ejecutar directamente las políticas establecidas por el Superior Tribunal de Justicia del cual depende, especialmente en lo referente a implementación de reformas procesales, informatización del proceso judicial, despapelización, acceso a la información, entre otros.
La escuela judicial se encuentra ante nuevos desafíos, que implicarán revisiones en sus misiones y visiones, orientados tanto al fortalecimiento de la institución como a procurar la excelencia en la prestación del servicio de justicia.