El respeto debido en las actuaciones judiciales
08/10/2012. Análisis y Reflexiones > Análisis y Reflexiones
Una reflexión sobre la idoneidad de los jueces a la hora de emitir sus fallos.
Se observa en nuestra diaria realidad que fallos dictados en la función que estamos llamados a desempeñar, conllevan la utilización de principios rectores, obviamente por todos respetados, pero con ello, en ocasiones, terminología que en pos de resaltar el desacierto de la conducta humana o de la solución jurídica adoptada para cada caso, olvidan el estilo y la prudencia que nos es exigida al momento de fundamentar los decisorios.-
En efecto, podrá o no compartirse la solución jurídica dada a un caso, pero ni el Juez debe, aún en el supuesto de considerar deleznable la conducta humana, ofender al sujeto activo de la norma, dada que su fundamentación necesariamente requiere el mas absoluto respeto por su condición de tal, como así también por los roles que les han sido encomendados a quienes revisten el carácter de titulares de la acción penal pública y a quienes deben defender a un individuo, respetando y valorando cada una de sus alegaciones, sino también entendiendo que la intelección de la ley, y con ello, de la conducta humana, lo invisten de una conciencia clara para el logro de su misión, cual es, el hacer justicia, en el mas humilde y profundo sentido de la palabra.
Nada se logra con la imposición basada en la concepción de ser considerados superiores a aquellos a quienes se debe juzgar.-
El rol que nos compete cumplir, exige el mas absoluto respeto por el otro, el dirigirnos al mismo (en referencia obligada en nuestras motivaciones) sin la agresividad propia de una autoridad mal entendida. La autoridad nos la confiere el apego a las Normas Constitucionales y a las leyes que de ella se derivan, pero en modo alguno justifica que, se esté o no de acuerdo con lo que deba resolverse, sean los sentidos quienes se exacerben, olvidando que detrás de cada expediente, hay un ser humano, llámese imputado, víctima, defensor, fiscal, juez, que requieren el respeto debido al dirigirse a ellos, sin que tal exigencia se confunda con una extrema sensibilidad.-
Por el contrario, aquellos juristas que con inteligencia, sapiencia, buen uso del idioma que nos es exigido por nuestra propia ley, firmeza en sus convicciones, humildad a la hora de volcarlas en sus decisorios, son capaces de hacer ver, un sentido distinto de justicia, convirtiéndose en verdaderos docentes que enorgullecen el sentido de nuestra función, se erigen en seres humanos que se imponen sobre cada uno de nuestros actos y a quienes la humildad nos invita a seguir y aprender.-