Güemes: un olvido y una oportunidad
11/10/2019. Análisis y Reflexiones > Análisis y Reflexiones
En 2021 se conmemoran* los doscientos años de la muerte del héroe gaucho y no se conoce aún ningún plan para honrarlo como corresponde.
Con indisimulada preocupación se observa que falta un poco menos de un año y medio para que no solamente los salteños, sino los argentinos en su conjunto honremos la partida a la inmortalidad de uno de nuestros Padres de la Patria y de la identidad nacional argentina: el general don Martín Miguel de Güemes.
Nada se sabe hasta el presente de qué modo se piensa conmemorar el 17 de junio de 2021, máxime cuando las autoridades nacionales, provinciales y municipales ya no serán las mismas. Nada se ha dicho hasta ahora.
¿Incuria o desinterés?
Cualquiera de las dos opciones causa tristeza, asombro y pasmo. Parafraseando a Joaquín Castellanos, Güemes ante la historia amerita la suma de un cúmulo de esfuerzos para que definitivamente ingrese en la currícula educativa de todos los argentinos, sin más postergaciones.
Enseñar la gesta gaucha impregnará a los espíritus jóvenes de la fuerza necesaria para saber que en Salta, todo un pueblo fue el artífice de su propia victoria.
Una currícula es el plan de estudios o proyecto educativo general en donde se concretan las concepciones ideológicas, sociológicas, antropológicas, epistemológicas, pedagógicas y psicológicas que determinan los objetivos de la educación escolar; es decir, los aspectos del desarrollo y de la incorporación de la cultura que la institución en cuestión trata de promover.
El gobernador Castellanos, primer mandatario electo por imperio de la ley Sáenz Peña en Salta, fue quien organizó la Semana de Güemes en 1921, en ocasión del primer centenario de la muerte del prócer, cuyos recuerdos y fastos se rememoran hasta la fecha. Fue quien desempolvó de un ominoso silencio la figura del héroe gaucho, junto a Bernardo Frías y Benita Campos. En el orden nacional la epopeya güemesiana fue especialmente reivindicada por Juan Bautista Alberdi en polémica con Mitre, Dalmacio Vélez Sarsfield y Ángel Justiniano Carranza.
Sólo como dato anecdótico debe traerse a colación que en 1910, centenario de la Revolución de Mayo, en Salta ya tenían sus monumentos el general San Martín y Manuel Belgrano, mientras que Güemes debió esperar veintiún años para que fuese inaugurado su pedestal de piedra el 20 de febrero de 1931. Curiosidades de la historia o apología de la ingratitud. Ambas son ciertas.
Los doscientos años de la muerte de Güemes nos encuentran en crisis, pero siempre las crisis son oportunidades, miradas introspectivas que nos permiten avizorar desde el fondo de la historia cuáles son los rumbos que debemos tomar para continuar la gesta incomparable de los Padres Fundadores.
Más allá de eso, sería una excelente oportunidad para que Salta fuese la sede durante la Semana de Güemes de 2021 de un Congreso Iberoamericano de Historia para cotejar datos, recibir nuevas informaciones y encontrar el sentido primordial de nuestra independencia y la razón de ser del federalismo argentino, cuya postergación impacta directamente en el desarrollo de vastas y paupérrimas zonas del noroeste y del nordeste argentino.
El federalismo no es otra cosa que el reparto equitativo y armónico de los recursos de una Nación desde el interior hacia el centro. Podremos sentirnos orgullosos en ese Congreso de que los gauchos y las gauchas que lucharon con Güemes fueron considerados por el general Andrés García Camba militar e historiador español que combatió contra Güemes - a la par de los mamelucos egipcios o de los cosacos rusos, cuando en realidad fueron humildes mujeres y hombres curtidos por el sol cuya entrega incomparable y conducción formidable, los convirtieron en artífices de la defensa del territorio y de la construcción de una nueva y gloriosa Nación, que todavía espera de una nueva epopeya para ponerse definitivamente de pie. Con orgullo, dignidad y coraje.
Decía Cicerón que la historia es maestra de la vida y testigo de los tiempos, si compartimos esa magistral enseñanza, no deberíamos perder más el tiempo y vislumbrar en la figura de Güemes el norte de un país que debe superar sus antinomias para recuperar con dignidad el lugar que merecidamente le cabe en el concierto de las naciones de la tierra. De nosotros depende.
*Fe de erratas: corrección sobre la publicación original.
Fuente de la Información: El Tribuno