Joaquín Castellanos, Una Vida Argentina

29/11/2023. Análisis y Reflexiones > Análisis y Reflexiones

Dice el autor en la dedicatoria de su obra manifestarse profundamente agradecido a la vida el haber nacido en el hogar en que lo hiciera, donde florece a cada tramo el amor a sus ancestros especialmente a su madre Alicia Castellanos numen inspirador y fun

Por R.FedericoMena-MartínezCastro

Del autor

Decía quién esto escribe en un comentario acerca del primer libro de corte histórico del doctor Abel Cornejo “La mirada de Güemes: ”El doctor Abel Cornejo ha nacido en esta ciudad de Salta el 15 de junio del año 1963. Se ha recibido en la Universidad de Buenos Aires, habiendo alcanzado el doctorado en Ciencias Penales. Abel Cornejo dentro de su carrera ha pasado por diversos estamentos, habiéndolos desempeñado con honor. Fue juez de la Corte de Justicia de la provincia y es autor de cinco libros de Derecho, además de coautor de la Constitución de Salta, anotada, comentada y concordada.  Dentro de su quehacer cotidiano alterna su profesión con colaboraciones en revistas especializadas acerca de política, historia y cultura. El libro que en aquella oportunidad comentamos fue el primero dentro de la temática histórica. Es un hombre joven y por lo tanto le espera un futuro promisorio en las realizaciones que transita, y hoy nos presenta esta obra plagada de erudiciones como es Joaquín Castellanos –Una Vida Argentina".

Dice el autor en la dedicatoria de su obra manifestarse profundamente agradecido a la vida el haber nacido en el hogar en que lo hiciera, donde florece a cada tramo el amor a sus ancestros especialmente a su madre Alicia Castellanos numen inspirador y fundamental que le iluminara para escribir este libro.

El doctor Cornejo proviene también de una genética de importantes personalidades que trabajaron y engrandecieron a esta Salta, como el ingeniero Abel Cornejo en tiempos donde la insipiencia era casi una constante, y en el caso que hoy nos convoca los misterios de esa herencia provienen también de su costado materno al ser orgullosamente bisnieto de un grande de Salta, cual es el doctor Joaquín Castellanos, eximio orador, político incorruptible, conferencista e historiador, que deslumbraron y excedieron a su tiempo.

El doctor Castellanos nació un 21 de abril de 1861, y según sus biógrafos, probablemente en la propiedad familiar que la familia ostentaba como merced real desde el sigloXVIII. Abel Cornejo desmenuza en este libro una genealogía prolija y sin alardes donde cobran por su propio peso figuras patricias que pusieron a su provincia en un lugar destacado de su historia. Fueron sus padres don Gil Apolonio Eladio Castellanos y Plazaola, a su vez hijo del médico del general Martín Miguel de Güemes, Antonio Castellanos Saravia y Dominga Plazaola Toranzos.

El prócer en un tramo de sus evocaciones dice que al infortunio de su accidente que le costara la prematura invalidez de su pierna derecha se sumaba la también temprana orfandad, ya que perdió sus padres a los cuatro años, siendo sus tíos Juan Esteban Castellanos Plazaola y María Isidora y Adelaida,también tías, quienes se encargaron de su cuidado y formación.

Realizó sus estudios en la ciudad de Rosario y ya desde muy joven se inclinó por uno de los que serían sus amores adhiriéndose a la lucha política, actuado junto a los rebeldes porteños junto con Carlos Tejedor en la revolución del ochenta. Es allí donde fuera herido en la pierna derecha, motivo por el cual debido a sus molestias quedara con una incapacidad permanente. También participó en las revoluciones de 1890 y1893. Fue asimismo un importante periodista y estuvo junto a Leandro Alem siendo desterrado a Montevideo. De aquellos tiempos data su obra más recordada, “El borracho”. Posteriormente, cuando regresara a Buenos Aires,publicó “Ojeadas literarias”.

Dentro de su actividad periodística fue director del periódico “El Argentino”. Como político fue diputado en la legislatura de BuenosAires y se doctoró en leyes con su tesis “Cuestiones de derecho público”. La instrucción también acaparó su atención siendo docente de la cátedra de Historia Argentina y Literatura, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Entre sus otras actividades y en lo que concierne a la política fue ministro de Bernardo de Irigoyen en el año 1898. Siempre en el terreno político fue diputado en el Congreso de la Nación en el año 1900 y luego nuevamente en 1914 para ser luego en 1919 gobernador de la provincia de Salta por el radicalismo, mandato que no pudo concluir debido a las siempre turbulencias y enconos de la política.

Publicó varios libros entre los cuales destacamos “Marcas a fuego”, “Acción y pensamiento”, “El limbo” y su consagrado “El borracho”, entre otros.

Joaquín Castellanos desde este mismo suelo que pisamos, jamás ignoró que bajo esa tierra donde habitaron esforzados soldados de la libertad de la república jamás dejó de ser el pensador romántico por antonomasia y el luchador incansable donde, a pesar de los errores y extravíos acontecidos en el devenir histórico de la patria, ella perpetuamente repechó la cuesta y el prócer en su modestia, seguramente con el latido de una emoción superior, le desgranó versos inmortales donde acaso una lágrima furtiva de vencedor se deslizaba serenamente sobre su gesto adusto de héroe legendario intensamente argentino.

Dice Abel Conejo que ya a los veintiún años su lirismo asomaba al cenit de las letras comparándolo con Gutiérrez y Olegario Víctor Andrade y junto con los poemas donde desplegara su espíritu libre comienza a surgir como impronta genial esa vocación por la política y el periodismo apasionándolo de tal manera que serían dos ardores compañeros de su existencia. JoaquínCastellanos fue un ciudadano intensamente argentino cuyas virtudes nobles tuvieron del acero y del cristal la dureza y la pura limpidez reflejando así la plena imagen de la patria, musa inspiradora de sus mejores esfuerzos y ensueños para deslumbrar la pupila absorta de sus contemporáneos, llegando hacia ellos con el prestigio de una luz inalterable.

Dentro de este libro se suceden a velocidades inusitadas capítulos evocadores de su vida y circunstancias acaso desconocidas de este gran hombre que en un fragmento de su obra más conocida “El borracho” o “El temulento” dice: “¡Hasta el cóndor andino cuando al alba Tiende el vuelo imperial de cumbre a cumbre, Bebe rayos de sol y ebrio de lumbre Lanzase al éter a reinar en él”.

Dentro de sus capítulos decidores el autor desmenuza como una filigrana aspectos de la vida intelectual y política de su preclaro antepasado hasta plasmar en uno de sus apartados “La vida argentina”, la primera estrofa de un “Adiós” diciendo: “Ya es hora de que me aleje; ya es hora de que mi vida vaya, como ave herida que arrastró la tempestad a juntar desde la altura de lejanos horizontes, la soledad de los montes con mi propia soledad”.

Nuevamente Cornejo en una parte de su obra específicamente en el capítulo “De revolucionario a poeta”. “El año 1879 fue crítico porque comenzaron a salir a la superficie las aspiraciones de quienes buscaban asirse a la presidencia. Por un lado, emergió Tejedor en fórmula con el ministro del interior Saturnino Laspiur que contaba con el apoyo de Bartolomé Mitre. Es decir, confluía el viejo alsinismo con el mitrismo, lo que en definitiva sumaba al sector que defendía férreamente los intereses provinciales de Buenos Aires”.

“Como político se enroló impregnado de un idealismo genuino en defensa de los principios alsinistas que fundamentalmente no buscaban la supremacía porteña, sino el afianzamiento de las instituciones” … Es probable que la personalidad de Alsina haya cautivado a Castellanos y ante la ausencia de este, Carlos Tejedor haya abrazado sus principios éticos y sus banderas. Es por eso que Castellanos escribiría en “El borracho” en el año 1887: ¡Oh Patria! Yo que hasta de Dios blasfemo Y desprecio losídolos del hombre, Yo me arrodillo al pronunciar tu nombre, Tu eres mi única fe, ¡mi último amor! ...”.

Seguir la trayectoria política de Joaquín Castellanos resulta imposible de resumir en unas cuantas hojas periodísticas y los avatares que debió sortear en pos de sus ideales. Joaquín Castellanos fue un avaro de sus responsabilidades ante los hombres y ante la historia,dejando su pecho abierto a todos los golpes como una Biblia a los fieles, siendo acaso muralla y vanguardia, parapetado detrás de sus convicciones, siempre de pie sobre quienes le contradecían, como los viejos castellanos de la Reconquista ante las hordas de la morisma.

Joaquín Castellanos fue un viejo león de su tiempo donde habitaban sin ambages la audacia, la inteligencia y una sensible ternura puesta de manifiesto en su poesía. Fue un maestro en el sentir, en el pensar y en el actuar, un hombre bueno y generoso que ante su muerte sobrevino como un lábaro la justicia del bronce en estas horas altas de la vida, entregando su imagen noble al respeto y admiración de los tiempos. 

JOAQUÍN CASTELLANOS “UNA VIDA ARGENTINA”

• El doctor Castellanos nació un 21 de abril de 1861, y según sus biógrafos, probablemente en la propiedad familiar que la familia ostentaba como merced real desde el siglo XVIII.
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• “Todo apóstol de una gran idea es el mártir de su propia causa”.
• “El héroe y el poeta son dos manifestaciones de una misma energía colectiva. En todo héroe hay un poeta y en todo poeta hay un héroe”.

Autores R. Federico Mena - Martínez Castro

Fuente de la Información: EL INTRANSIGENTE CULTURA AL DÍA