La trampa de los arrepentidos
28/10/2018. Análisis y Reflexiones > Análisis y Reflexiones
Ni Bonadio ni Stornelli deberían ser el juez y el fiscal de la Causa de los Cuadernos k, pues si investigaran como corresponde, podrían terminar con la matriz de la corrupción
Tal como era previsible que sucediera, y con una abismal diferencia con el Lava Jato brasilero, el siempre sorprendente juez Claudio Bonadío adujo que las declaraciones de los empresarios arrepentidos en la famosa Causa de los Cuadernos, no solamente no pueden ser utilizadas en su contra, porque implicaría que declaren contra sí mismos, sino únicamente desmedro de los funcionarios públicos involucrados. Semejante decisión no es menor, de parte de un magistrado cuyos procederes la opinión pública ha naturalizado, pero que repugnan al Estado de Derecho. Comenzando por recordar que el mencionado juez federal asesinó en la calle a balazos a dos supuestos ladrones juveniles que intentaban robar algún elemento de su automóvil – según él interpretó al dispararles – de 30 de septiembre de 2001. En ningún país del mundo, medianamente civilizado alguien que hizo semejante cosa podría seguir siendo juez.
Dichos asesinatos, por cierto, nunca fueron investigados, ni el magistrado sometido a un peritaje psicológico que acredite que se encuentra en condiciones mínimas de normalidad para el desempeño de un cargo tan sensible como importante. También hay que recordar que el fiscal de la causa, el Dr. Carlos Stornelli, fue Ministro de Seguridad durante la gestión del gobernador Daniel Scioli, para lo cual se le otorgó licencia. Luego de un tiempo de una tarea prácticamente deslucida o anodina, por llamarla de alguna manera, retornó a su función con renovadas ínfulas ,con enigmático gesto adusto y más proclive a sembrar dudas que certezas, en los reportajes que concede en programas televisivos. Lo que es cierto, es que en su condición de Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, necesariamente,Stornelli debió conocer con antelación a retornar al Ministerio Público y hacerse cargo de una causa tan relevante, la cartelización de la obra pública en nuestro país. Los hechos demuestran que esta afirmación es irrefutable.
PUBLICADO EL 28 DE OCTUBRE DEL 2018 EN VOCE CRITICAS