Abel Cornejo: "La lucha contra el narcotráfico va a tener que entrar en la agenda política de forma inexorable"
11/06/2013. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
La Ley de Derribo y el uso de radares fue planteado por el magistrado.
Ley de Derribo
Mientras que Brasil, Uruguay, Perú y Chile ya cuentan con medidas que permiten controlar su espacio aéreo, Bolivia avanza en la normativa que permitirá a la Fuerza Aérea interceptar los vuelos de las aeronaves implicadas en el narcotráfico y el contrabando. Por su parte Argentina se encuentra paralizada, incapaz y apática a la hora de encarar la problemática y lejos está de conformar un sistema de vigilancia de primer nivel que desaliente la actividad en la hoy llamada Frontera Colador.
En Brasil, con el doble de kilómetros de fronteras que nosotros cuentan con una ley que permite abatir aeronaves consideradas hostiles o sospechosas de traficar drogas. Sobre esto, el Dr. Abel Cornejo destacó que para ser implementada en Argentina, se requiere un debate sobre la Ley de Seguridad Interior porque para esto debiera intervenir la Fuerza Aérea.
Destaca que en el caso de Brasil, por ley, las Fuerzas Armadas no pueden actuar en ningún tipo de actividad interna del Estado ya que su misión es solo la defensa nacional, desde la frontera hacia afuera y hacia adentro únicamente pueden actuar las fuerzas de seguridad y policiales.
En el caso de Argentina, para implementar una Ley de Derribo habría que discutir la Ley de Seguridad Interior teniendo en cuenta que hay un protocolo previo de siete pasos a cumplir antes del derribo y de hecho nunca se llega al desplome de la nave. Estos pasos previos consisten en la actuación de aviones interceptores que disuaden al piloto hasta hacerlo descender. “Esto a Brasil le dio enormes resultados” – destaca el magistrado.
Radares
“Por otro lado los radares pertenecen al Ejército Argentino y cuando uno ve que funcionan seis horas queda desalentado porque debieran funcionar las 24 horas los 365 días del año. Porque también ayudan a la navegación aerocomercial. Si hubiese un sistema anillado de radares en la frontera mejoraría sensiblemente el tráfico aéreo-comercial también”- continúa Cornejo.
Señala por su parte, que desde el suelo hacia los cinco mil metros aunque tengamos radares no hay ningún tipo de control. En este caso, detalla que lo que hace falta es otra tecnología adicional que no es muy cara y se trata de los radares a menor alcance para detectar esa franja que es muy amplia y que normalmente es la que utiliza el narcotráfico en la zona.
Pistas clandestinas, más realidad que ficción
“La existencia de pistas clandestinas es una realidad en todo el país, no solamente en Salta. Ya en mi primer libro “El delito del tráfico de estupefacientes” en el año 1.991 yo planteaba un ilícito no previsto en la ley de drogas que era la facilitación de pistas clandestinas. La gente tiene una idea un poco cinematográfica pero la realidad es distinta, ya que puede tratarse de un camino vecinal con esos fines”- señala el ex Juez Federal.
Explica que “hay una franja que ocupa el norte de Salta, que es la provincia Argentina de fronteras más bastas con tres países diferentes, Chile, Bolivia y Paraguay. La franja esa del este de Salta, del nordeste del Chaco, de la provincia de Formosa, de parte de la provincia de Corrientes, todo el norte de Santiago del Estero, desde el punto de vista geográfico es una zona vastísima de territorio donde existen muy pocos controles con lo cual pistas clandestinas son también caminos abandonados que sirven para los aterrizajes. Y además hay falta de actualización y control sobre eso. Cualquier lugar apto para el aterrizaje de un avión liviano es una pista clandestina”.
Respecto a la observación de cómo el delito del narcotráfico comienza a bajar en el mapa de la provincia y a instalarse en lugares como el departamento de Orán, destacó Cornejo que “estamos ubicados en una cuestión compleja y requiere que varias personas se sienten a trabajar porque es una amenaza que hay que tenerla en cuenta. Pensar si no es tiempo de que haya una fuerza especializada única, bien paga, entrenada y que se sepa quiénes son sus integrantes, además de que tenga un control civil de auditoría externa. Por otra parte, hay que hablar de los consumidores y dependientes que lejos de ser enemigos, son personas a las que hay que ayudar y hay abordar la problemática por el lado de la salud pública”
¿Hay solución?
¿Hay voluntad cierta de combatir el narcotráfico? Los países mencionados ¿han dado en el clavo con la política de seguridad en sus fronteras? ¿Hay un camino certero para combatir un delito que avanza y se instala con una oscura violencia y desgarradoras vivencias de un futuro comprometido por la drogadicción?
Sobre estos cuestionamientos, el Dr. Abel Cornejo afirma que “la construcción del país requiere del disenso para armar consenso pero sin creer que el que está al frente es el enemigo por pensar diferente. La lucha contra el narcotráfico es un tema que va a tener que entrar en la agenda política de forma inexorable y no solamente con el tráfico a gran escala sino la distribución en las ciudades y los pueblos. Son políticas de Estado que trascienden a los gobiernos y requiere un mínimo de acuerdo político para definir qué política criminal vamos a emplear en esta materia, para luego perseverarla y continuarla a través de los años.
Fuente: Interactiva