Ajuste de cuentas: un interno recibió seis puñaladas, una le rozó el corazón, en Villa Las Rosas
05/02/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Se trata de un conocido ladrón quien tuvo que ser derivado al San Bernardo. Le prestó el celular a un compañero de celda y éste mensajeo a su mujer.
Entre las lúgubres paredes del penal de Villa Las Rosas pasan un montón de cosas, se trata de historias que quedan impregnadas entre esos muros pero que a veces también suelen filtrarse al mundo circundante. Por lo general son los hechos delictivos los que llegan y se hacen eco en la opinión pública. El fin de semana pasado un interno tuvo que salir en ambulancia luego de recibir seis puñaladas.
Entre los temas que suelen filtrarse también están aquellos que indignan a la gente, como los beneficios que reciben de manera inexplicable ciertas personas privadas de su libertad en la Unidad Carcelaria 1, más conocida como cárcel de Villa Las Rosas.
Ejemplo de esto último fue la domiciliaria que recibió hace unas semanas Lautaro Teruel, por cuestiones de salud, según indicaron tiene problemas con una de las uñas de sus pies que al parecer está encarnada y podría infectarse. El hijo del nochero, Mario Teruel, purga una condena de 12 años por abuso sexual agravado en dos hechos, uno de ellos contra una menor de 13 años.
El celular
Lo ocurrido el domingo pasado, de acuerdo a fuentes cercanas al Servicio Penitenciario de la Provincia, fue en el pabellón A2, donde un conocido ladrón, Roberto "El Gato" Molina, se batió en un duelo con otro, al parecer otro interno con quien compartía celda, identificado con el apellido de Salinas.
Lo que El Tribuno pudo saber fue que el Gato Molina decidió prestarle su teléfono celular a Salinas, para que éste último llamara a la familia. Luego de utilizar el aparato el interno le devolvió el celular a su compañero, Molina, y éste al revisar el teléfono descubrió algo que le terminó "volando la cabeza, se puso como loco", aportaron las fuentes.
Al parecer, y según lo que descubrió el Gato, Salinas le envió un mensaje a la mujer de su compañero, con lo cual frente a lo que se interpreta como falta de código Molina no tardó en vociferar y ambos con punta en mano se trenzaron a puntazos. Suele pasar que entre ellos se presten el celular y ante la falta de códigos se terminan enfrentando, no es la primera vez que pasa.
La peor parte se la terminó llevando Molina, quien recibió entre cinco y seis puñaladas, una de ellas le rozó e corazón, fue esa estocada la que preocupó a los entendidos de la Salud para que desde el área médica del Servicio fuese trasladado de urgencia al hospital San Bernardo. El ataque ocurrió cerca de las 11 del mediodía.
"Se hizo el picarón con la visita"
En la jerga tumbera hacerse el "picarón con la visita" muchas veces significa que uno de los internos, pueden ser compañeros de celda incluso, rompió los códigos y se comunicó con su mujer. Tras la pelea, el Gato Molina sostuvo que Salinas se había "hecho el picarón con la visita".
Otro de las cuestiones que siguen sin poder resolverse es la utilización de celulares, cuestión que tienen prohibido los internos. Los aparatos llegan a sus manos a través de las visitas, a veces los guardias "están prendidos" o los "revolean" desde la calle hacia adentro del penal.
Fuente de la Información: El Tribuno