Claman justicia por el asesinato de una salteña en el sur
10/02/2022. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Elva Antonieta García tenía 52 años cuando fue ultimada a golpes en la cabeza en agosto de 2016. Se sospecha que le robaron sus ahorros. Además, hay un juicio laboral pendiente.
Mónica Alejandra Saravia, de 34 años, guarda en la galería de fotos de su celular imágenes de su mamá, Elva Antonieta García, y también conserva un bibliorato lleno de fotocopias del expediente judicial, que tiene cinco cuerpos, por el asesinato de ella.
En julio de 2016 Elva, de 52 años, oriunda de Salta, junto a una de sus hijas, Brenda, había ido a visitar a tres de sus hijos: Cintia, quien tenía una rotisería, Matías y Nicolás Hernández, quienes residen por cuestiones laborales en la ciudad de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz.
El 3 de agosto fue asesinada a golpes y cortes en la cabeza en una vivienda de Bárbara Serrano. Por el crimen no hubo detenidos ni imputados y Mónica continúa clamando justicia por su madre.
Una de las principales hipótesis es la del robo de una gran cantidad de dinero. Es que Elva llevaba sus ahorros para iniciar un emprendimiento gastronómico en la ciudad del sur junto a su hijo menor. Ese dinero desapareció.
"Mi hermana Brenda volvió antes a Salta y mi madre decidió quedarse de paseo una semana más. Ese 3 de agosto ingresaron a la casa, aparentemente una o más personas que ella conocía porque los deja pasar. No había nada forzado", relató Mónica a El Tribuno.
Añadió, que por la escena del crimen se infiere que el o los asesinos y su madre estuvieron charlando y que en un momento cuando su madre caminaba la atacaron de atrás y le pegaron con un elemento en la frente causándole una herida en forma de L. Después ella se dio la vuelta y le pegaron una piña en la boca que le voló un diente. Siguió caminando pero se cayó entre una mesa y una heladera y le asestaron nueve golpes en la cabeza con un objeto cortante.
"Nunca se encontró ese objeto con el que la mataron. La causa por homicidio pasó por tres jueces: Albarrán, Contreras y Pérez y fue archivada. Para peor, por la pandemia no pude seguir viajando para luchar con los trámites", aseguró.
Durante los peritajes la cartera y el teléfono celular de la víctima fueron hallados en el lugar, al igual que una suma de 80 mil pesos. "Pero la Policía nos devolvió solamente 50 mil. Se robaron 30 mil pesos. Mi hermana denunció ese robo, pero cuando yo fui a averiguar ese expediente había desaparecido", contó.
Elva García, la víctima del homicidio.
En la casa donde mataron a Elva vivían su hija Cintia junto a su pareja, José González, un efectivo policial. También residían los otros dos hijos de Elva junto a sus respectivas esposas. Todos fueron investigados pero descartados en la causa.
"Para peor, la autopsia está mal hecha porque bañaron el cuerpo de mi madre antes", sostuvo Mónica.
Hubo una denuncia contra un allegado a la familia, al que un día después del crimen se lo vio con un hematoma en el ojo y regresó a Salta diciendo que debía cobrar una indemnización por un trabajo que, aparentemente, nunca existió. "Pidieron un exhorto para tomarle muestras de ADN, pero como no podía ser de otra manera todo quedó en la nada".
Juicio laboral
Mónica explicó que su madre disputaba un juicio laboral por 765.883,30 pesos en la capital salteña contra los dueños de un restaurante familiar de comidas típicas de Bolivia, en el macrocentro. En ese lugar trabajó 10 años como moza y cocinera. "La dueña, quien era amiga de mi madre, al ver que ella lograba muchas propinas la metió en la cocina. Sufrió mucha violencia laboral por parte de ella y decidió irse de ahí antes de viajar al sur", sostuvo.
La familia de Elva decidió seguir adelante con el juicio. "A ese trabajo mi mamá le entregó tanto, desde días de la madre y fiestas de fin de año hasta los cumpleaños en familia, por eso queremos justicia", expresó Mónica visiblemente conmovida y al borde del llanto.
"Hace más de un año salió la sentencia que dictaminó que tenían que abonarnos el monto que mi mamá reclamaba. Ellos apelaron dos veces pero les denegaron y les dieron un plazo de 10 días para que nos depositen en una cuenta de banco, pero nunca lo hicieron. Ahora tenemos que iniciar el embargo, pero pusieron sus bienes a nombre de uno de sus hijos", precisó Mónica.
Recordó a su madre como "realegre, buena, solidaria. Muchísima gente la quería en el barrio. En su velorio hubo más de 16 coronas de flores. Hicimos varias marchas pidiendo justicia en el sur, pero la corrupción es impresionante", finalizó.
Fuente de la Información: El Tribuno