Desaparición de María Cash: las 10 claves del caso que conmociona al país
01/12/2024. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
En la última semana quedó detenido Héctor Romero, acusado de homicidio. Se esperan rastrillajes en varios tramos de la ruta nacional 16 para buscar el cuerpo.
El país habla de lo que ocurre en Salta en torno al caso María Cash. A 13 años de la desaparición de la diseñadora, ocurrido el 8 de julio de 2011, la Justicia Federal imputó y mantiene detenido al camionero Héctor Romero por homicidio agravado por alevosía. Se trata de la última persona que se tiene registro que vio a la joven con vida.
Tras un exhaustivo trabajo de los investigadores, cruzando datos y con escuchas telefónicas, se logró cercar a Romero. El camionero, ahora de 71 años, dio declaraciones contradictorias a la Justicia sobre el día que trasladó a María Cash, en aquel 4 julio de hace 13 años, entre la rotonda de Torzalito y la Difunta Correa, ubicada sobre la ruta 9/34. Además hay ventanas de tiempo que no pudo explicar y que no coinciden con el tiempo que siempre demoraba entre Güemes y Joaquín V. González y viceversa, a donde iba a dejar mercadería a diario.
Sumado esto en las últimas horas se conocieron audios, muy crudos, de charlas telefónicas entre Héctor Romero, su empleador, su hermano y demás personas de su círculo de allegados, en donde se refieren a María Cash como la "hija de puta" o bien hablan de que "el quilombo está hecho hace 13 años".
Con una larga lista de pruebas, la Justicia Federal avanza sobre el detenido Romero. Al tiempo que el fiscal federal Eduardo Villalba adelantó que realizarán rastrillajes en un tramo de la ruta nacional 16, en donde creen que Romero descartó el cuerpo de Cash. En esta nota se resume el caso en diez claves que servirán para entender y sorprenderse con el caso.
1- El camionero Héctor Romero no avisó que levantó a María Cash
Desde el inicio del caso, se desprende que Héctor Romero nunca comunicó haber visto a María Cash el día de su desaparición, mucho menos informó a las autoridades que la había transportado desde la rotonda de Torzalito hasta la Difunta Correa, información que surgió después. Romero fue identificado gracias a la declaración de un testigo clave, René Torres, quien el 14 de julio de 2011 declaró ante el grupo investigativo que había visto a una mujer haciendo dedo al costado de la ruta. Según Torres, esta mujer, que estaba asustada y dijo llamarse María, vestía un pantalón crema sucio, un pulóver rosado y tenía el cabello recogido en una colita. Fue él quien precisó que la mujer subió a un camión Mercedes Benz blanco con acoplado, que llevaba la leyenda "Catita" en la parte posterior, con dirección hacia la ruta nacional 34 al sur.
Héctor Romero, en 2011
Las investigaciones posteriores confirmaron que el camión mencionado pertenecía al supermercado Miguelito y que se dirigía a Joaquín V. González para descargar mercadería. Mediante entrevistas con el personal de la empresa, se identificó al chofer del camión como Héctor Romero. Es decir, Romero fue ubicado e interrogado gracias a las precisiones de Torres y al trabajo de los investigadores, no porque él haya decidido colaborar. A pesar de la amplia difusión del caso en los medios de comunicación, donde se mostraron imágenes de María Cash para alentar a posibles testigos a brindar información, Romero no se presentó ni informó su vínculo con los hechos. Su silencio inicial resulta clave para entender cómo se desarrollaron las primeras etapas de la investigación.
2- Las contradicciones en las declaraciones
En la investigación por la desaparición de María Cash, Héctor Romero, camionero y última persona identificada que tuvo contacto con la joven, brindó tres versiones diferentes sobre el lugar donde aseguró haberla dejado. Estas inconsistencias han generado dudas fundamentales en el caso, ya que Romero transitaba diariamente la ruta nacional 34 y conocía perfectamente cada punto mencionado.
Primera declaración (antes de la Difunta Correa): El 15 de julio de 2011, Romero declaró ante la policía que había dejado a María antes de llegar a la Difunta Correa, en un paraje conocido como Palomitas. Según su relato inicial, ella le pidió detenerse en ese lugar porque se quedaría allí. Romero afirmó que, antes de partir, le recomendó caminar hasta la Difunta Correa, donde suelen parar los camiones.
Segunda declaración (en diagonal a la Difunta Correa): Solo 13 días después, el 28 de julio, Romero cambió su versión al declarar ante el Juzgado de Instrucción Formal de Octava Nominación. Esta vez afirmó que dejó a María "un poquito antes, en diagonal a la Difunta Correa". Según explicó, al llegar al lugar, María notó la presencia de varios camiones estacionados y le preguntó si era una estación de servicio. Romero le contestó que era un área de descanso, y ella decidió bajarse en ese momento.
Este cambio en su testimonio llamó la atención de los investigadores, ya que contradecía directamente lo declarado en sede policial.
Tercera declaración (directamente en la Difunta Correa): Años después, el 28 de noviembre de 2019, Romero volvió a declarar, esta vez ante la Fiscalía Federal. En esa ocasión aseguró que dejó a María directamente en la Difunta Correa, alrededor de las 16.30. Nuevamente describió que María preguntó si el lugar era una estación de servicio al ver camiones estacionados, y él le explicó que era un punto de descanso. Luego, según dijo, ella le pidió bajarse allí.
El santuario de la Difunta Correa, sobre la ruta 9/34.
Las contradicciones en las declaraciones de Romero son imposibles de ignorar. En su testimonio inicial afirmó que dejó a María en Palomitas, antes de llegar a la Difunta Correa. Luego aseguró haberla dejado en diagonal al lugar, y finalmente, años después, indicó que la dejó directamente en la Difunta Correa.
Estas inconsistencias son llamativas, ya que Romero era un camionero con más de 20 años de experiencia transitando la ruta nacional 34 y la ruta 16. Conocía a la perfección los puntos clave del trayecto y las distancias entre ellos.
Para los investigadores, las contradicciones de Romero no son un simple error de memoria, sino un factor clave que arroja sospechas sobre su rol en la desaparición de María Cash.
3- Las ventanas de tiempo que no cierran: viaje de Güemes a González y viceversa
El análisis de los movimientos y tiempos registrados por Héctor Romero en relación con la desaparición de María Cash reveló inconsistencias que abren interrogantes clave en la investigación. Estas discrepancias, identificadas mediante un exhaustivo estudio de sus trayectos y registros, dejan sin explicación varias ventanas de tiempo que resultan fundamentales para esclarecer los hechos.
Primer intervalo sospechoso: camino a Joaquín V. González
El 8 de julio de 2011, Romero salió de General Güemes a las 15.45, registrando un impacto de su línea telefónica en Joaquín V. González a las 18.42. Esto indica un tiempo de viaje de 2 horas y 47 minutos, ligeramente superior al promedio de 2 horas y media que solía tardar en ese trayecto.
Sin embargo, según el encargado del supermercado Super Miguelito, Gustavo Lemos, Romero llegó al establecimiento a las 19.15. Esto abre una ventana de 33 minutos entre las 18.42, momento en que su línea telefónica impactó en Joaquín V. González, y las 19.15, cuando llegó al supermercado, a pesar de que la distancia entre ambos puntos es de solo 1,5 kilómetros y el recorrido debería tomar apenas 5 minutos.
Segundo intervalo sospechoso: salida de Joaquín V. González
Romero declaró que terminó de descargar la mercadería en el supermercado a las 22 y que regresó a General Güemes, donde llegó a las 00.30, afirmando que su trayecto de regreso tomó 2 horas y media. Sin embargo, los registros de la antena telefónica muestran que su línea impactó en una antena saliendo de Joaquín V. González a las 21.07, casi una hora antes de lo que él indicó.
Este dato plantea un nuevo intervalo sin explicación: si salió de Joaquín V. González a las 21.07, su regreso a General Güemes tomó aproximadamente 3 horas y 23 minutos, en lugar de las 2 horas y media que declaró. Además, se estimó que, viajando a una velocidad de 80 kilómetros por hora con el camión descargado, el trayecto debería haber tomado solo 2 horas y 19 minutos, dejando una brecha adicional de más de una hora.
Las dudas que generan las ventanas de tiempo
Ambos intervalos -los 33 minutos en Joaquín V. González y la hora extra en el regreso a General Güemes- complican la versión de Romero, quien conocía a la perfección las rutas y tiempos habituales.
* Primera ventana: entre las 18.42 y las 19.15, ¿qué hizo Romero durante esos 33 minutos, cuando debía recorrer solo 1,5 kilómetros?
* Segunda ventana: entre las 21.07 y las 00.30, ¿por qué su regreso a General Güemes tomó 3 horas y 23 minutos en lugar de 2 horas y 19 minutos, considerando que iba sin carga?
Estas inconsistencias temporales ponen en duda la versión de Romero, quien no pudo justificar de manera convincente esos lapsos de tiempo. Su experiencia como camionero y conocimiento de las rutas hacen que estas diferencias resulten aún más sospechosas, convirtiendo estas ventanas de tiempo en puntos clave de la investigación.
4 - Una conducta que llama la atención
El 8 de agosto de 2011, al cumplirse un mes de la desaparición de la joven diseñadora María Cash, los registros de impacto de antenas muestran que la línea del camionero Héctor Romero permaneció en la zona de El Tunal durante aproximadamente una hora y veinte minutos. Esto representa una interrupción significativa en su trayecto hacia Joaquín V. González.
El sector de El Tunal
* Impacto inicial: a las 17.14, su línea registra actividad en la antena de El Tunal.
* Impacto final: recién a las 19.10, su línea aparece en Joaquín V. González, a pesar de que El Tunal se encuentra a solo 35 kilómetros de esa localidad.
El tiempo habitual frente a la anomalía
En condiciones normales, un camión cargado como el que conducía Romero habría tardado entre 30 y 40 minutos en recorrer los 35 kilómetros que separan el pueblo de El Tunal de Joaquín V. González. Sin embargo, Romero tardó casi dos horas en completar este tramo, abriendo una ventana temporal de más de una hora y veinte minutos sin explicación.
Investigadores judiciales señalan que es común que las personas que cometen un crimen vuelvan al lugar de los hechos, ya sea por remordimiento, curiosidad o para comprobar que no se ha descubierto evidencia incriminatoria. La detención prolongada de Romero en El Tunal, exactamente un mes después de la desaparición de María, despierta sospechas sobre una posible conexión entre su conducta y el caso.
5 - Las descripciones sobre Cash que complican a Héctor Romero
Uno de los elementos más desconcertantes en las declaraciones de Héctor Romero sobre su encuentro con María Cash es la manera en que la describe. En todas sus declaraciones, Romero ofrece una descripción que comienza de abajo hacia arriba, centrándose exclusivamente en las botas y el pantalón de María, sin mencionar detalles de su torso, vestimenta superior o rostro.
Romero afirmó que no recuerda cómo estaba vestida María en la parte superior ni cómo era su rostro. Alegó no haberla visto de frente porque, según él, estaba despeinada o tenía el cabello suelto que le cubría la cara. Esto resulta inconsistente no solo por la falta de detalles, sino porque el testimonio contradice lo que sería lógico en su posición como conductor de un camión.
Cuando Romero, desde su asiento en el camión, tuvo contacto visual con María -quien estaba parada en la banquina de la ruta- su perspectiva natural debería haber sido de arriba hacia abajo: viendo primero su rostro, torso y hombros antes de observar sus piernas y pies. Incluso considerando la altura del camión, las botas y el pantalón serían menos visibles que su rostro o cabello.
A pesar de esto, Romero siempre describió con detalle las botas y el pantalón de María, omitiendo cualquier mención significativa de su rostro o vestimenta superior.
Testimonios y evidencia que contradicen a Romero
Los testimonios de otros testigos, como Beatriz Ruiz y René Torres, junto con las filmaciones del peaje de Aunor, revelan una descripción completamente diferente de María. Según los testimonios:
* María tenía el cabello recogido, no suelto, como afirmó Romero.
* La perspectiva de Torres, quien estaba a caballo cuando conversó con María, le permitió describirla de arriba hacia abajo, comenzando con detalles de su rostro y cabello.
René Torres, en particular, ofreció una descripción minuciosa que contrasta significativamente con la de Romero, señalando la lógica de su perspectiva desde una altura considerable.
6- La omisión de su segunda línea telefónica
Un detalle revelador en el caso de la desaparición de María Cash es que Héctor Romero, en sus primeras declaraciones, admitió tener solo una línea telefónica, la cual utilizaba para su trabajo. Sin embargo, la investigación demostró que Romero poseía una segunda línea telefónica, de uso particular, que inicialmente omitió mencionar.
Romero declaró que utilizaba exclusivamente un número de teléfono para sus actividades laborales. No obstante, durante el análisis de registros y antenas, los investigadores detectaron la existencia de una segunda línea que no fue informada por Romero en su declaración inicial.
Esta línea, que tenía un comportamiento "mellizo" con la primera, es decir, registraba impactos de antena similares en las mismas rutas y horarios, fue rápidamente vinculada a Romero, lo que descarta cualquier intento de negar su pertenencia. Los patrones de uso de ambas líneas confirmaron que ambas estaban activas durante los días clave de la desaparición de María Cash, lo que complica aún más su testimonio.
La gente hace dedo en la rotonda de Torzalito.
7- El tiempo del viaje con María Cash
Héctor Romero, camionero identificado como la última persona que vio a María Cash, declaró que la levantó en la rotonda de Torzalito a las 16 y la dejó en la Difunta Correa a las 16.30. Según su versión, estuvo con María durante 30 minutos. Sin embargo, un análisis más detallado de la distancia y la velocidad a la que circulaba el camión revela inconsistencias en su declaración.
La distancia y el tiempo real del trayecto: La distancia entre la rotonda de Torzalito y la Difunta Correa es de 18,5 kilómetros. Romero afirmó que circulaba a una velocidad de 60 kilómetros por hora, lo que significa que el tiempo necesario para recorrer ese tramo sería de 19 minutos aproximadamente.
No obstante, investigaciones técnicas demostraron que la velocidad real a la que circulaba era superior a los 60 kilómetros por hora mencionados por Romero. Según este análisis, el tiempo que habría tardado en recorrer el trayecto sería de 12 a 15 minutos.
El punto de partida: Otro elemento relevante es que Romero afirmó haber recogido a María a 600 metros después de la rotonda de Torzalito, lo que reduce aún más el tiempo estimado de trayecto, ya que el punto de inicio estaba más cercano a la Difunta Correa.
8- Hubo fuertes sospechas antes
El caso de la desaparición de María Cash, que lleva más de 13 años sin resolverse, dio un giro significativo al confirmarse la imputación del camionero Héctor Romero por homicidio agravado por alevosía. Esta figura legal subraya la condición de indefensión en la que se encontraba María.
Cuando el caso estuvo bajo la órbita del juez provincial Federico Diez, Romero fue considerado un fuerte sospechoso. Durante esa etapa, los investigadores lograron recopilar la mayor cantidad de información y declaraciones minuciosas relacionadas con el camionero. Sin embargo, el curso de la investigación tomó otro rumbo con la aparición de pistas falsas, como:
* La involucración del camionero Marcelo Krillish
* La declaración del médico Chuquisaca en Jujuy.
* Las declaraciones falsas de los Cuéllar
Estas pistas desviaron la atención del principal sospechoso, Héctor Romero, permitiendo que quedara en un segundo plano.
9- Los desafíos que habrá en los rastrillajes
La búsqueda de los restos de María Cash, desaparecida hace 13 años, se concentra en tres puntos clave de la ruta nacional 16: El Boquerón, El Tunal y Ceibalito. Estos lugares fueron identificados gracias a los registros de antenas que captaron la señal del celular del camionero Héctor Romero, principal sospechoso en el caso.
Los investigadores enfrentan varios desafíos en esta búsqueda:
* Transformación del terreno: en los últimos 13 años, las áreas de El Boquerón, El Tunal y Ceibalito han experimentado cambios significativos, especialmente debido a la expansión agrícola. Estas modificaciones pueden haber alterado o destruido posibles evidencias.
* Condiciones climáticas: la búsqueda se llevará a cabo durante la temporada de lluvias, lo que complica el acceso y las operaciones en terrenos que pueden estar inundados o resbaladizos.
* Degradación de evidencias: con el paso del tiempo, es probable que elementos como prendas de vestir, el morral de María o incluso restos óseos hayan sufrido deterioro, dificultando su identificación.
10- Las descripciones sobre Cash que complican a Héctor Romero
Uno de los elementos más desconcertantes en las declaraciones de Héctor Romero sobre su encuentro con María Cash es la manera en que la describe. En todas sus declaraciones, Romero ofrece una descripción que comienza de abajo hacia arriba, centrándose exclusivamente en las botas y el pantalón de María, sin mencionar detalles de su torso, vestimenta superior o rostro.
Romero afirmó que no recuerda cómo estaba vestida María en la parte superior ni cómo era su rostro. Alegó no haberla visto de frente porque, según él, estaba despeinada o tenía el cabello suelto que le cubría la cara. Esto resulta inconsistente no solo por la falta de detalles, sino porque el testimonio contradice lo que sería lógico en su posición como conductor de un camión.
Cuando Romero, desde su asiento en el camión, tuvo contacto visual con María -quien estaba parada en la banquina de la ruta- su perspectiva natural debería haber sido de arriba hacia abajo: viendo primero su rostro, torso y hombros antes de observar sus piernas y pies. Incluso considerando la altura del camión, las botas y el pantalón serían menos visibles que su rostro o cabello.
A pesar de esto, Romero siempre describió con detalle las botas y el pantalón de María, omitiendo cualquier mención significativa de su rostro o vestimenta superior.
Testimonios y evidencia que contradicen a Romero: Los testimonios de otros testigos, como Beatriz Ruiz y René Torres, junto con las filmaciones del peaje de Aunor, revelan una descripción completamente diferente de María. Según los testimonios:
* María tenía el cabello recogido, no suelto, como afirmó Romero.
* La perspectiva de Torres, quien estaba a caballo cuando conversó con María, le permitió describirla de arriba hacia abajo, comenzando con detalles de su rostro y cabello.
René Torres, en particular, ofreció una descripción minuciosa que contrasta significativamente con la de Romero, señalando la lógica de su perspectiva desde una altura considerable.
Fuente de la Información: El Tribuno