Dura crítica de la prensa extranjera por las presiones oficiales a la Corte
15/10/2013. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Los diarios The Wall Street Journal, de EE.UU., y El País, de España, cuestionaron la intención del Gobierno de apurar una definición del máximo tribunal antes de las elecciones
Dos largos artículos publicados ayer en los diarios The Wall Street Journal , de Estados Unidos, y El País , de España, coincidieron en llamar la atención sobre las presiones que el gobierno de Cristina Kirchner ejerce sobre la Corte Suprema para lograr un fallo favorable a la ley de medios .
Esas mismas presiones fueron señaladas hace una semana por LA NACION, a raíz de llamadas telefónicas y reuniones de funcionarios con jueces del alto tribunal para apurar una definición sobre la controvertida norma antes de las elecciones del 27 de este mes.
En una nota publicada bajo la volanta "Kirchner actúa contra la prensa libre de la Argentina", que su autora, Mary Anastasia O'Grady, tituló "El Gobierno avanza para quitar a la cadena televisiva más importante su principal fuente de ingresos", se afirma que la Presidenta quiere volver a los tiempos del gobierno militar, cuando no había Justicia ni prensa independiente, pero quiere hacerlo "con su propia marca de tiranía". Y agrega: "El premio es debilitar al modesto cuarto poder, que informa sobre inseguridad y corrupción".
El matutino afirma que en la Argentina el sistema republicano "está cerca de la muerte" y que "su supervivencia depende de que el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, sea capaz de resistir la presión del Gobierno".
El artículo, que también está acompañada de un video crítico alusivo a la situación de los medios argentinos, explica que la ley de medios, de 2009, "busca expandir los medios controlados por el Estado y controlar los medios de propiedad privada, y, entre otras cosas, obligaría al Grupo Clarín, la voz independiente de televisión del país, a vender una parte sustancial de su red de cable". De esa forma, la "desinversión privaría a Clarín de su principal fuente de ingresos", dice.
El artículo relata que "en las últimas semanas Kirchner y su vicepresidente, Amado Boudou, han presionado a la Corte por medio de declaraciones públicas. Se dice que han llegado mensajes privados de altos funcionarios oficiales a los jueces y, en junio, el ministro de la Corte Lorenzetti sostuvo que su familia fue blanco de una investigación de la dirección impositiva que buscaba influir en su decisión".
"Las encuestas sugieren que el Frente para la Victoria sufrirá una paliza dentro de dos semanas. La economía se hunde, la inflación anual está en el 30% e incluso en bastiones tradicionales hay fatiga de los Kirchner", analiza O'Grady con relación a la situación que atraviesa el Gobierno, tras lo cual agrega: "Pero la controversia por la ley de medios podría ser de ayuda. Algunos observadores creen que un dictamen favorable previo al día de la elección demostraría que Kirchner sigue teniendo poder caudillista como el que ejercía su marido. Eso podría reducir el margen de la derrota y permitirle armar una coalición. Su sueño de cambiar la ley electoral para poder presentarse para un tercer período aún sería posible".
El matutino señala que, para Cristina Kirchner, "Clarín tiene demasiado poder en televisión", pero enseguida agrega que "ella tiene mucho más poder, porque la televisión estatal, tradicionalmente neutral, se ha convertido en un vehículo de publicidad oficial. Se han nacionalizado todas las transmisiones de fútbol y carreras de autos, de modo que los televidentes se ven saturados con mensajes pro Gobierno y, en Buenos Aires, tres de los cuatro canales privados son propiedad de compañías con vínculos con el Gobierno y dependen de la publicidad oficial".
El otro artículo, publicado en El País, de Madrid, y firmado por Héctor E. Schamis, profesor de la Universidad de Georgetown, se refiere a la "mutilación de la libertad de prensa". En una extensa nota, el diario español también dice que algunos gobiernos de América latina, para dominar a los medios, "controlan la Justicia" y "la colonizan con jueces que son amigos políticos, socios de negocios o, mejor aún, ambas cosas", y, cuando no lo consiguen, "les queda el recurso de los métodos fascistas: la presión del poder político sobre los jueces, la amenaza de revelar aspectos de su privacidad y la intimidación a sus familias".
"Tal es el caso de Argentina, donde un oficialismo crecientemente impopular se resiste a aceptar la realidad y todavía intenta controlar la Justicia, mutilar la libertad de prensa y así tal vez concretar el sueño de Cristina eterna, para lo cual es imprescindible la destrucción del Grupo Clarín, la organización informativa más importante del país", dice el matutino.
En un descarnado abordaje de los objetivos del Gobierno, El País asegura que la ley de medios "no busca la democratización ni la competencia, como lo demuestra el hecho de que el ente regulador de comunicación audiovisual ya distribuye licencias y frecuencias entre amigos políticos y socios de negocios, sin concurso ni competencia y a cuenta de las que esperan confiscarle a Clarín".
"Por esa razón las presiones del kirchnerismo sobre la Corte se han intensificado, apostando a una decisión favorable antes de la elección, la cual incluso esperan que podría tener efectos electorales positivos. Sueños o delirios, la gravedad de la situación no debe subestimarse. Hace sólo un mes, la mayoría de los magistrados de la Corte se manifestaban públicamente en contra de la ley, pero según algunos rumores ese consenso parece haberse transformado en un empate. Esto luego de la intervención directa de Cristina Kirchner, admitida por los propios medios oficialistas, aparentemente con una efectiva combinación de incentivos y amenazas", dice la nota.
Fuente: La Nación