Duro pedido a la Corte Suprema de EE.UU. por los fondos buitre
19/02/2014. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Con argumentos similares, pero con un lenguaje mucho más virulento, pidió revisar los fallos del juez Griesa.
En un escrito durísimo de 38 páginas, con múltiples apéndices y jugándose todo por el todo, la Argentina apeló ayer ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos en el juicio que enfrenta el país a un grupo de fondos buitre.
En términos muy virulentos, Paul Clement, el abogado estrella defensor de Argentina, argumentó que debe revertirse el fallo que obliga al país a pagarle a los fondos buitres y a los tenedores de bonos reestructurados al mismo tiempo. ¿El motivo? Porque así viola La ley de inmunidades soberanas de los Estados Unidos (FSIA, según sus siglas en inglés) y se erige sobre una concepción equivocada de la claúsula pari passu .
De acuerdo al escrito, dicho fallo “es profundamente ofensivo para la soberanía argentina, se burla de la FISA”, un acta federal que impide que activos soberanos sean sujetos de un embargo. Su violación constituye un delito federal que la Corte Suprema puede dictaminar.
El escrito sostiene que el fallo “cruza la frontera de Argentina obligándola a violar sus políticas de deuda soberanas e imponiendo que miles de millones de dólares de los activos soberanos, las reservas argentinas, se les paguen a los fondos buitre NML Capital Ltd y otros holdouts”. Clement dice que “la ofensa a la soberanía argentina es manifiesta y las consecuencias van mucho mas allá de Argentina”.
Clement urge a la Corte a que pida al más alto tribunal del estado de Nueva York revisar la interpretación de la clausula pari passu que obliga a tratar a todos los acreedores de manera equitativa, algo que quienes siguen de cerca este proceso judicial daban como cosa juzgada. Clement pidió además revertir la interpretación errónea que se hizo sobre al acta de inmunidades soberanas de los Estados Unidos.
A diferencia de la primera apelación redactada por el abogado Jonathan Blackman, del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, en esta segunda apelación Clement utilizó un lenguaje mucho mas virulento. La apelación de Blackman había sido rechazada. Ahora, Clement, no dudó en calificar a los holdouts de fondos buitres. También dice a la Corte que tiene que actuar: “La necesidad de que la Corte revise (el caso) es imperativo y el momento de la revisión es ahora”.
Uno de los aspectos mas novedoso de la apelación es, sin embargo, el hecho de que Argentina urge a la Corte Suprema que solicite a la Corte de Apelaciones de Nueva York revisar la interpretación que hizo de la claúsula pari passu .
“Casi seguro que la Corte Suprema no aceptará escuchar el último esfuerzo que hace Argentina para evitar la aplicación de un fallo que requiere honrar sus compromisos y tratar igual a todos los bonistas”, fue la reacción de Richard Samp de Washington Legal Fund, un think tank con sede en Washington. “La Corte raramente examina cuestión de leyes de estados del tipo que fueron clave en el fallo en cuestión”.
En el escrito hay muchos argumentos que no son nuevos.
Pero Clement los presenta con más énfasis que antes. Habla de la repercusión internacional que puede tener la aplicación de un fallo de ese tenor, que el país entraría en default y del impacto en futuras reestructuraciones de deudas. Y recuerda que el país levantó la ley cerrojo y Estados Unidos apoyó la posición argentina en dos ocasiones. En el escrito además hay referencias a las sanciones que de acuerdo al fallo deben aplicarse en contra de los bancos que ayuden a la Argentina a pagarle a los tenedores de bonos reestructurados si no les paga la mismo tiempo a los fondos buitres.
Fuente: Clarín