Efectivos absueltos: "Los policías actuaron en cumplimiento del deber"
06/06/2024. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
La defensa de los policías absueltos se refirió al caso donde un joven perdió un ojo. El Ministerio Público estigmatizó a los agentes como "el grupo de la muerte".
Hace exactamente una semana, en el subsuelo de la Ciudad Judicial de la Capital, en el salón "Dr. Miguel Ragone", los jueces de la Sala V del Tribunal de Juicio decidieron absolver lisa y llanamente a cinco policías que habían llegado acusados por distintos delitos en un hecho ocurrido en febrero de 2020, donde un joven de 19 años, Luciano Cruz, perdió un ojo y fue afectado en el otro -podría quedar ciego-, luego de recibir dos perdigonazos en el rostro.
Los fundamentos del fallo dictado por los magistrados Mónica Faber (presidenta), Gabriela Romero Nayar y Marcelo Rubio (vocales) se leerán mañana. Mientras la abogada Andrea Medina, que actuó como querella y actoría civil del joven afectado en una de la causas, en concordancia con la representante del Ministerio Público Fiscal, Claudia Geria, apelarán el fallo.
Jorge Ovejero y Carlos Oliver, defensores de dos de los cinco policías absueltos, en diálogo con El Tribuno, hicieron un raconto de lo ocurrido en las audiencias y, de alguna manera, refutaron los dichos de la querella en cuanto al accionar del oficial que disparó con una escopeta y provocó el daño irreversible en Luciano Cruz.
"No siempre que se causa una lesión se comete un delito", sostuvo el doctor Ovejero y agregó que "en todos los casos los jueces comprobaron que estuvo probado que los policías actuaron en cumplimiento del deber y en legítima defensa".
Para los defensores una de las pruebas contundentes que no dejó lugar para la duda fueron las imágenes de una cámara que el móvil policial tenía y donde se registró casi todo aquella violenta mañana en el barrio Norte Grande. Otras de las pruebas fueron las innumerables falsedades y contradicciones que surgieron durante las audiencias de debate. "Luciano Cruz en su declaración incurrió en 14 mentiras con lo que dijo su madre, con lo que se observó en el video y con cosas que declararon otros testigos, amigos de él que estuvieron ahí", apuntaron los defensores.
Las acusaciones contra los funcionarios absueltos fueron: vejaciones, allanamiento ilegal y privación ilegítima de la libertad; vejaciones calificadas en concurso ideal con lesiones gravísimas; encubrimiento; vejaciones y lesiones leves en concurso ideal; vejaciones calificadas y falsedad ideológica en concurso real; severidades calificadas y lesiones leves en concurso real; vejaciones calificadas, allanamiento ilegal y privación ilegítima de la libertad, en concurso real.
Pese al daño sufrido, no solo con la estigmatización por parte del MPF, sino también porque estuvieron un año y cinco meses detenidos, los policías no iniciarán contrademanda. "Querían demostrar su inocencia, recuperar la tranquilidad y seguir con sus carreras profesionales de manera normal", apuntaron los letrados defensores.
"La de Luciano fue la causa más compleja. El Tribunal consideró probado que él estaba junto al grupo de amigos cuando llegó el móvil policial. También que no había llegado de trabajar, en todo momento ellos trataron de probar que había llegado de trabajar. Sin embargo, el dueño del lavadero a través de un informe constató que el muchacho había trabajado el día anterior hasta las 23. Es decir que esa noche Luciano estuvo en su casa, en el lugar. Hay dos testigos que dijeron que había estado en el grupo tomando toda la noche", expresó Sergio Ovejero.
En la lectura del veredicto el Tribunal pidió que se corra vista al MPF contra tres testigos del grupo que estaban con Luciano Cruz tomando, dado que declararon una cosa y en las imágenes se observó otra. Nicolás Segundo dijo que el móvil había llegado derrapando -falso- y que lo quisieron atropellar, en realidad él se pone adelante y lanza un ladrillo.
El letrado sostuvo que también se probó que fue el joven de 19 años quien lanzó la mitad de un ladrillo y "bajó a uno de los efectivos", se trató de un suboficial quien, "ese mismo día en el hospital reconoce que fue Cruz el que tiró el ladrillo. Dijo que tenía un tatuaje grande entre los hombros y el único con esa identificación es Luciano".
En el marco del hecho, un cabo se suicidó
La cruenta mañana de febrero en Norte Grande, dejó varios heridos: un suboficial al que le tuvieron que hacer nueve puntos en la cabeza; Luciano Cruz (19) recibió 16 perdigones de goma en su cuerpo, uno en el ojo derecho -perdió el ojo-, y el cabo Alfonso Sánchez, quien tras recibir un mazazo en la nunca tuvo secuelas mortales.
El suboficial que fue impactado por una enorme piedra.
Fue internado el día del hecho con un traumatismo intracraneal, perdió la memoria y no se acordaba de su familia ni de lo ocurrido.Tuvo licencia psiquiátrica y no pudo volver a trabajar porque perdía la memoria, a los siete meses del hecho, en septiembre, se quitó la vida de un tiro. Tenía 36 años y dejó a dos hijos.
En el juicio declaró la esposa y contó que su marido no tenía antecedentes ni había sufrido ningún tipo de patología.
Fuente de la Información: El Tribuno