El Código Penal suma más rechazos en la oposición
05/03/2014. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Los radicales Cobos y Sanz plantearon diferencias con el anteproyecto que apoyó Gil Lavedra.
Los radicales Cobos y Sanz plantearon diferencias con el anteproyecto que apoyó Gil Lavedra. En el socialismo y el PRO también hay debate interno. Massa mantuvo su rechazo original a la reforma.
La reforma del Código Penal que comenzará a tratarse este año según indicó Cristina Kirchner y las fuertes críticas a las que se subió Sergio Massa para recobrar iniciativa dejaron al resto de los espacios opositores en una posición incómoda, en especial al radicalismo. El jurista Ricardo Gil Lavedra, diputado de la UCR hasta diciembre pasado, integró la comisión que elaboró el anteproyecto y defendió el enfoque garantista del texto. Los principales referentes del partido cruzaron al líder del Frente Renovador, pero salieron a tomar distancia del ex camarista del Juicio a las Juntas.
Liberado para fustigar el anteproyecto porque ningún integrante de su espacio participó de la comisión encabezada por Eugenio Zaffaroni, Massa esperó que la Presidenta anunciara que se discutirá este año para machacar sobre el tema con sus diputados e intendentes y considerar las modificaciones como la “consagración de la puerta giratoria para los delincuentes”. Gil Lavedra dio sus argumentos a favor de la eliminación del agravamiento de penas por reincidencia y de la cadena perpetua, dos de los puntos cuestionados, aseguró que “se crean nuevos delitos, se bajan penas y se elevan otras”, y acusó a Massa de “buscar rédito político con demagogia punitiva”.
Julio Cobos, uno de los aspirantes radicales a suceder a Cristina Kirchner, ya había cuestionado la reforma la semana pasada y ayer insistió con un comunicado: “El anteproyecto disminuye la intensidad de las actuales penas de prisión en los principales delitos que hoy mantienen en vilo a la sociedad, con consecuencias gravísimas en los delitos futuros pero también en los condenados actuales. De sancionarse dicho texto, por aplicación de la ley más benigna obtendrán rápidamente su libertad”. El Ejecutivo encargó la elaboración a una comisión presidida por Zaffaroni y, luego de ser analizado -y se descuenta modificado- en el Ministerio de Justicia, enviará el proyecto al Congreso.
Ernesto Sanz, Ricardo Alfonsín y Gerardo Morales, aunque más medidos que Cobos, marcaron también sus diferencias. “Gil Lavedra fue consultado como un notable jurista, que lo es, pero su trabajo no obliga al radicalismo como partido, que tiene un mecanismo plural para la toma de decisiones. Cuando venga el proyecto al Congreso, lo evaluaremos”, dijo a este diario el senador Sanz, titular de la UCR y también con aspiraciones presidenciales. “No estoy de acuerdo con algunas modificaciones, como la eliminación de la reincidencia y la disminución de penas en delitos vinculados al narcotráfico”, aseguró Alfonsín, y Morales pidió esperar el texto que enviará el Ejecutivo porque “hasta ahora sólo hay un borrador muy garantista”. El diputado Miguel Bazze, mano derecha de Alfonsín, fue más enfático: “No vamos a aprobar una reforma que favorezca la delincuencia o consagre la impunidad”.
En algo coincidieron con Gil Lavedra: criticaron a Massa. “Me voy a dedicar a encauzar el debate en materia de seguridad por donde tiene que ir: la responsabilidad de los intendentes que pasan de un bando a otro y son parte del modelo que ha fracasado. Son impotentes o cómplices”, apuntó Sanz. “El análisis debe hacerse con seriedad y honestidad intelectual. Algunos quieren hacerle creer a la sociedad que con un código más duro resolvemos los problemas, cuando está demostrado que no es así. México y Colombia tienen penas más duras, y muchos más inconvenientes”, indicó Alfonsín. Instalado en el centro de la escena, Massa ratificó su rechazo a la reforma y no contestó las críticas: “No me voy a bajar de la idea de la consulta popular aunque me agravien y me ataquen. No voy a responder, porque quieren correr el foco. El nuevo Código es muy peligroso, está pensado más en el delincuente que en el trabajador”. El kirchnerismo también sintió el impacto de la embestida del líder del Frente Renovador: enviaría al Congreso el proyecto sin los puntos más controvertidos, según adelantó un importante legislador oficialista a Clarín.
A su vez, el socialista Hermes Binner evitó una definición sobre el anteproyecto en cuya comisión redactora participó por su partido María Elena Barbagelata. “Nos obliga a a debatir los temas concretos y saber dónde están los peligros principales. Este es un tema que seguramente va a exigir debate. Nosotros no estamos a favor de rebajar las penas, sí queremos debatir la gravedad de las penas”, dijo a Radio 10. También en el macrismo aparecieron posiciones encontradas. “Tengo diferencias con algunos de los contenidos del anteproyecto, inclusive con Pinedo (integrante de la comisión por el PRO). Estoy para dar el debate, incorporar lo que falta y modificar lo que no me gusta. El disenso es la esencia de la democracia”, planteó la diputada Laura Alonso.
Fuente: Clarín