El femicidio en una comunidad wichi potencia la lucha solitaria de un padre
05/03/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Reynaldo Román, cacique wichi de la comunidad Betania, tuvo que convertirse en investigador para encontrar las pruebas que la justicia ignoró, según publica Diario Info Salta.
Durante dos meses, con sus propias manos, halló la ropa de su hija Edith y un envase que podría ser clave en la investigación, algo que la policía no logró desde el 13 de diciembre, cuando su hija fue asesinada.
Un crimen sin respuestas
Edith Román, de 17 años, fue hallada sin vida en una zanja en el paraje La Gracia, dentro de la jurisdicción de Santa Victoria Este. La joven vivía en la Comunidad San Anselmo junto a su hermana mayor por motivos de estudio. Su cuerpo fue encontrado desnudo, con signos de violencia y abuso sexual. La autopsia reveló que su muerte se debió a asfixia por inmersión.
Desde el inicio, la investigación estuvo marcada por la negligencia: La policía llegó tarde y no aseguró la escena del crimen.
Criminalística demoró más de 12 horas en presentarse.
No se realizaron búsquedas exhaustivas, permitiendo que pruebas fundamentales quedaran en el olvido, aunque cuatro personas fueron detenidas y hay un quinto sospechoso. Las inconsistencias en la investigación generan incertidumbre sobre la resolución del caso.
Un padre en busca de justicia
Ante la falta de acción de las autoridades, Reynaldo Román inició su propia búsqueda y logró encontrar elementos que podrían ser clave para esclarecer el crimen. “Ellos no encontraron nada en meses. Yo mismo tuve que hallar la ropita y lo que habían consumido”, denunció en diálogo con Info Salta.
Este hallazgo evidencia la falta de compromiso de la justicia y el abandono estatal que enfrentan las comunidades indígenas.
Violencia e impunidad en las comunidades indígenas
El caso de Edith no es aislado. En las comunidades originarias de Salta, las mujeres y niñas viven expuestas a una violencia sistemática, agravada por el narcotráfico, el consumo de alcohol y la falta de intervención estatal. Los caciques de la región han advertido en reiteradas ocasiones sobre la falta de controles y la facilidad con la que las sustancias adictivas llegan a los jóvenes. “Estamos completamente desamparados”, expresaron líderes indígenas.
Fuente de la Información: Nuevo Diario