El futuro de la Corte Suprema, bajo la mirada de tres especialistas
12/05/2014. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Tras la muerte de Carmen Argibay, el tribunal deberá funcionar con seis miembros en su camino hasta adecuarse a lo que estableció una ley en 2006.
El texto de la Ley 26.183 resulta claro. En 2006 se estableció que la Corte Suprema tendrá siete jueces hasta que se jubilen o retiren dos de sus miembros. Entonces volverá a funcionar con cinco. De allí que ante el fallecimiento de Carmen Argibay no dé lugar alguno a un posible nombramiento.
A la espera de que por los canales ordinarios se logre el número que establece la norma –cuestión que se podría alcanzar, por ejemplo, si Eugenio Zaffaroni se retira el próximo año, como anticipó–, los especialistas coinciden en que existe un margen casi nulo para la posibilidad de que el Poder Ejecutivo intente avanzar con una designación. Pero no hay coincidencias en cuanto al modo en que se llevarán a cabo las votaciones.
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El texto de la Ley 26.183 resulta claro. En 2006 se estableció que la Corte Suprema tendrá siete jueces hasta que se jubilen o retiren dos de sus miembros. Entonces volverá a funcionar con cinco. De allí que ante el fallecimiento de Carmen Argibay no dé lugar alguno a un posible nombramiento.
A la espera de que por los canales ordinarios se logre el número que establece la norma –cuestión que se podría alcanzar, por ejemplo, si Eugenio Zaffaroni se retira el próximo año, como anticipó–, los especialistas coinciden en que existe un margen casi nulo para la posibilidad de que el Poder Ejecutivo intente avanzar con una designación. Pero no hay coincidencias en cuanto al modo en que se llevarán a cabo las votaciones.
"La desgraciada desaparición de la doctora Argibay lo único que va a provocar, además del dolor y la pérdida de una jueza independiente, es una complicación de algunos fallos en los que pueda haber empate", explicó en InfobaeTV Alejandro Fargosi, miembro del Consejo de la Magistratura.
Ocurre que, con una composición par, existe la posibilidad de que se dé una votación de 3 a 3. En ese caso, no desempata el presidente del cuerpo, como en otros organismos, sino que prima la necesidad de consenso. "Los jueces deben seguir reuniéndose y convenciéndose", afirmó Fargosi.
Igual evaluación hizo el constitucionalista Daniel Sabsay. "En caso de empate se produce una suerte de encerrona, y los miembros se ven obligados a encontrar para todos los casos esa mayoría de cuatro". ¿Qué ocurre si esa mayoría no llega? "Si no se decide, se posterga la decisión", observó.
Prueba de que la ley no parece del todo taxativa es el temor de ambos especialistas. "Lo que a mí me asusta es que se modifique el número de miembros en función del poder de turno", dijo Sabsay. El consejero Fargosi, en cambio, manifestó su preocupación por la posible intervención de conjueces.
Gregorio Badeni coincidió con sus colegas en que "el lamentable fallecimiento de Argibay no le otorga potestades al Gobierno para proponer un nuevo juez". Pero no opinó del mismo modo en torno a la resolución de un eventual desempate. "Cuando la Corte considere razonable una falta de consenso, lo que hará es nombrar un conjuez", dijo. Y explicó que ese conjuez sólo intervendrá en ese caso en particular.
Badeni explicó que "los conjueces se nombran por sorteo entre los camaristas de todo el país". Sin embargo, admitió que ese método puede ser acusado de ineficaz. Para ello existe la lista de conjueces que elabora el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, y que la integran 10 personas.
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El texto de la Ley 26.183 resulta claro. En 2006 se estableció que la Corte Suprema tendrá siete jueces hasta que se jubilen o retiren dos de sus miembros. Entonces volverá a funcionar con cinco. De allí que ante el fallecimiento de Carmen Argibay no dé lugar alguno a un posible nombramiento.
A la espera de que por los canales ordinarios se logre el número que establece la norma –cuestión que se podría alcanzar, por ejemplo, si Eugenio Zaffaroni se retira el próximo año, como anticipó–, los especialistas coinciden en que existe un margen casi nulo para la posibilidad de que el Poder Ejecutivo intente avanzar con una designación. Pero no hay coincidencias en cuanto al modo en que se llevarán a cabo las votaciones.
"La desgraciada desaparición de la doctora Argibay lo único que va a provocar, además del dolor y la pérdida de una jueza independiente, es una complicación de algunos fallos en los que pueda haber empate", explicó en InfobaeTV Alejandro Fargosi, miembro del Consejo de la Magistratura.
Ocurre que, con una composición par, existe la posibilidad de que se dé una votación de 3 a 3. En ese caso, no desempata el presidente del cuerpo, como en otros organismos, sino que prima la necesidad de consenso. "Los jueces deben seguir reuniéndose y convenciéndose", afirmó Fargosi.
Igual evaluación hizo el constitucionalista Daniel Sabsay. "En caso de empate se produce una suerte de encerrona, y los miembros se ven obligados a encontrar para todos los casos esa mayoría de cuatro". ¿Qué ocurre si esa mayoría no llega? "Si no se decide, se posterga la decisión", observó.
Prueba de que la ley no parece del todo taxativa es el temor de ambos especialistas. "Lo que a mí me asusta es que se modifique el número de miembros en función del poder de turno", dijo Sabsay. El consejero Fargosi, en cambio, manifestó su preocupación por la posible intervención de conjueces.
Gregorio Badeni coincidió con sus colegas en que "el lamentable fallecimiento de Argibay no le otorga potestades al Gobierno para proponer un nuevo juez". Pero no opinó del mismo modo en torno a la resolución de un eventual desempate. "Cuando la Corte considere razonable una falta de consenso, lo que hará es nombrar un conjuez", dijo. Y explicó que ese conjuez sólo intervendrá en ese caso en particular.
Badeni explicó que "los conjueces se nombran por sorteo entre los camaristas de todo el país". Sin embargo, admitió que ese método puede ser acusado de ineficaz. Para ello existe la lista de conjueces que elabora el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, y que la integran 10 personas.
"El Gobierno entorpeció durante dos años las convocatorias" a cubrir vacantes, indicó Fargosi, quien dijo "entender ahora" cuál era el supuesto objetivo. "Así termina abriéndole la puerta a los conjueces, que los designa a dedo" por las mayorías que ostenta en el Senado, la Cámara de Diputados y el Consejo de la Magistratura. "Este tipo de empujones al sistema legal lo pueden hacer", se quejó.
Fuente: Infobae
