El Gobierno, contra un sector de la Justicia: ¿por la razón o por la fuerza?
31/03/2017. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
El oficialismo puso en marcha un plan para renovar al menos a tres magistrados por distintos motivos.
Los funcionarios y asesores del oficialismo oscilan entre el guante de seda y el de hierro. El gobierno de Mauricio Macri puso en marcha un plan para renovar al menos a tres magistrados del Poder Judicial. Eduardo Freiler, María Servini y Alejandra Gils Carbó tienen sus cargos en estabilidad frágil.
El periodista y especialista Jorge Liotti pasó por el programa Terapia de Noticiasemitido en la señal LN + y explicó el panorama político y judicial actual. "El Gobierno está empezando a activar lo que se podría llamar 'el plan renovación 2017' después de un fracaso sonoro en 2016", dijo el periodista y añadió: "Los resultados de 2016 fueron modestos, el único que se corrió de las figuras emblemáticas fue [Norberto] Oyarbide, arrinconado por la posibilidad de juicio político, que terminó renunciando pero no hubo muchos cambios".
Las tres vías del macrismo
"El macrismo, por distintas vías y por distintos mecanismos, ha mostrado incipientes éxitos. La vía del juicio político, que se está activando a través del Consejo de la Magistratura, avanza contra el camarista Eduardo Freiler", dijo Liotti.
Según explicó el periodista frente al panel de LN+, el límite de edad es otra vía. "Esto se activó a partir del reciente fallo de la Corte en el cual se determinó que ningún juez sobre los 75 años pueda ejercer el cargo. Hay 27 jueces hoy en esa situación, entre ellas, se destaca la jueza María Servini", señaló el especialista.
"La tercera vía es la deskirchnerización de la Procuración [General de la Nación] y de los fiscales a cargo de la procuradora [Alejandra] Gils Carbó. El Gobierno cree que detrás de la cantidad de imputados (oficialistas) está la 'mano negra' de [Alejandra] Gils Carbó y de los fiscales que estaban con el kirchnerismo. Sin embargo, la situación está muy frenada", concluyó Liotti.
Fuente: La Nación