El juez Zaffaroni inició su ciclo de cine polaco
07/04/2013. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
El ministro de la Corte Suprema de Justicia comenzó ayer su programa en la TV Pública donde exhibirá las diez piezas que componen El Decálogo del realizador Krzysztof Kieslowski.
La iniciativa de realizar el ciclo, que se emite por la TV Pública los sábados a las 22, surgió como una propuesta que la Universidad de San Martín hizo al ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni para integrarlo con el ámbito cultural.
En el ciclo, el magistrado exhibe y comenta las diez piezas de una hora cada una que componen El Decálogo (1988), del realizador polaco Krzysztof Kieslowski, a razón de una por programa. Los diez films, que según algunos críticos incorporarían la inspiración en cada uno de los Diez Mandamientos, fueron originalmente filmados para TV, aunque luego algunos de ellos fueron llevados al cine.
Antes del inicio de la primera entrega, Zaffaroni calificó a El Decálogo como la obra más importante de Kieslowski y explicó que se refiere a "la agonía del régimen prosoviético de Polonia y refleja el clima de esos acontecimiento". "La agonía de un régimen es siempre algo un poco trágico, aunque puede ser el anuncio de algo mejor", reflexionó.
Asimismo, aclaró que sus comentarios los realiza desde su punto de vista de criminólogo "habituado a lidiar con el bien y el mal". "No esperen otra cosa de mí; el resto será de ustedes", señaló.
Zaffaroni además señaló: "Kieslowski deja planteados problemas y más bien los retoma en un sentido heideggeriano, retoma las preguntas fundamentales, pero no suele cerrar las respuestas. Es como si diera un martillazo en la puerta de la metafísica. No esperen de mí que las cierre; para un criminólogo esto es demasiado".
Tras la exhibición del film, Zaffaroni reflexionó sobre una serie de cuestiones planteadas por la obra de Kieslowski, en especial en lo referente a la oposición de dos visiones de mundo encarnadas en los personajes del padre y de la tía. Mientras que el primero es la figura de la racionalidad, la segunda tiene una profunda fe en un dios bueno, que es amor.
Fuente: Infobae