Elevan a juicio la causa por la tragedia de 4 brigadistas en las serranías de Guachipas
28/09/2017. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Los imputados son tres exfuncionarios de Defensa Civil. Las víctimas murieron calcinadas cuando intentaban sofocar un incendio en precarias condiciones
La jueza de Garantías N§ 8, Claudia Puertas, elevó a juicio la causa contra tres exfuncionarios de la Subsecretaría de Defensa Civil, acusados de "incumplimiento de los deberes de funcionario público" por el caso de los cuatro brigadistas que murieron calcinados en un incendio forestal ocurrido el 27 de octubre de 2014. Los imputados son Víctor Jesús de Ola Castro, Roberto Durnelli y Víctor César Dagum, quienes aguardarán el proceso en libertad. A pesar de que sean condenados, se mantendrán en esa condición porque el delito que les imputaron las fiscales Gabriela Romero Nayar y Mónica Poma es excarcelable.
En su resolución, la magistrada señala que habiéndose cumplido los requisitos de la acusación fiscal y la regularidad de la investigación preparatoria, la causa fue remitida a la Mesa Distribuidora de Expedientes Penales para el sorteo del Tribunal que los juzgará. Esto se concreta luego de una compleja investigación que desde un comienzo fue duramente cuestionada por los familiares de las víctimas. El fiscal penal de Cerrillos, Gabriel Portal, fue apartado de la causa luego del malestar que generó entre los deudos cuando en julio de 2015 se anunció que tenía previsto archivar el caso por considerar que no existían culpables. Sin embargo, cuando de la causa se hicieron cargo las fiscales Poma y Romero Nayar, éstas determinaron que "prima facie" existían elementos para imputar a Ola Castro, Durnelli y Dagum del delito de incumplimiento de deberes de funcionario público.
La tragedia se produjo en el El Acheral, en una zona de serranías, ubicada 35 kilómetros al este de la localidad vallista de Guachipas, donde se generó un incendio de pastizales de gran magnitud. Para sofocar el siniestro, la Subsecretaría de Defensa Civil envió a los brigadistas Martín Albarracín (27 años), Víctor Ferreyra (37), Matías Daniel Vilte (22) y Mauricio Valdez (27). Lo hicieron sin los elementos mínimos de seguridad y sin haberse respetado los protocolos que el caso exigía.
"Nuestros hijos fueron enviados a una muerte segura", expresaron los familiares cuando empezaron a conocerse los pormenores de lo que había sucedido. Denunciaron que los brigadistas fueron convocados de urgencia porque las llamas amenazaban con extenderse a los campos de propiedad de la clase política.
Los ánimos se exacerbaron en agosto de 2015 cuando se difundió una video de la horrenda muerte de las víctimas. Las imágenes fueron extraídas del celular de Martín Albarracín, quien en medio de aquel terrible infierno tuvo la entereza de filmar las espeluznantes escenas. El material fue descubierto por un hermano del brigadista, luego de que la Justicia devolviera a la familia el chamuscado celular y otras pertenencias. A pesar de que el fuego había dejado inutilizado el aparato, David Albarracín descubrió que la memoria se mantuvo intacta, lo que posibilitó el hallazgo de una información vital para la precaria investigación en ese momento.
Esto acrecentó más aún el malestar de los padres, esposas, hermanos y amigos de los valerosos brigadistas al haberse puesto en evidencia el poco interés de la fiscalía por descubrir la verdad de lo que había sucedido en el teatro de la tragedia.
La primera parte del video muestra el momento en que Albarracín es alcanzado por las llamas e intenta ponerse los guantes. En otra escena se observa a dos de sus compañeros atrapados por las llamas entre dos arbustos. En medio de este desgarrador cuadro, además, se ve al cuarto operario, tambaleante, luchando con las llamas que consumen su cuerpo.
El Tribuno digital difundió las espantosas escenas de aquel infierno, con la advertencia de que podía herir la sensibilidad de nuestros lectores. Fueron 96 segundos que graficaron de manera patética el drama de cuatro muchachos que fueron destacados para enfrentar un voraz incendio en condiciones precarias.
Fuente: El Tribuno