Griesa postergó la definición y sigue el suspenso para los bonos con legislación local
04/03/2015. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
El Gobierno dijo en un comunicado que el juez actúa como cómplice del intento de extorsión de los fondos buitre. Por la mañana Kicillof había descalificado a Griesa
El juez de Nueva York Thomas Griesa postergó ayer tomar una decisión sobre si la deuda argentina en dólares emitida bajo legislación argentina está alcanzada por su fallo que restringe los pagos de compromisos en divisa hasta tanto la República no salde el juicio a favor de los fondos buitre. La falta de decisión del magistrado, que definiría la cuestión el viernes, marchó a contramano de sus últimas actuaciones al respecto: por tres veces ya había permitido, siempre por única vez, al banco Citibank, encargado de efectuar los depósitos de esas obligaciones, girar el dinero a los tenedores de bonos.
La actuación de Griesa mereció una durísima respuesta oficial. "A esta altura de los acontecimientos, el juez actúa como si no conociera el tema. La República Argentina espera que el juez Griesa deje de actuar como cómplice del intento de extorsión de los fondos buitre, y que resuelva la discusión jurídica planteada en su Juzgado hace ya más de ocho meses, conforme a derecho", indicó el Ministerio de Economía en un comunicado anoche.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, fustigó al juez antes de la audiencia. "Lo de Griesa es una cosa rara. No tiene lógica jurídica, es un verdadero disparate, tiene un fin extorsivo y funciona para que los buitres puedan decir por todo el mundo que la Argentina está en nocaut gracias a que se porta mal, cuando en realidad es que consiguieron un juez del que se hicieron amigos", dijo a Radio Nacional, a sabiendas que los litigantes traducen rápidamente al inglés esas declaraciones y las dejan en las oficinas de la Corte de Distrito.
La audiencia comenzó a las 16.20 de Buenos Aires y se extendió dos horas y media. Para entonces, Kicillof ya había cuantificado en una cifra que ronda entre u$s 7.000 y 8.000 millones los reclamos me too que pidieron sumarse a la sentencia a favor de NML por u$s 1.700 millones.
Griesa también tenía en su despacho la orden de la justicia británica a favor de un grupo de bonistas europeos liderados por George Soros. Los Eurobonholders presentaron ayer el escrito al juez neoyorquino informándole sobre el fallo y pidiendo "que la Corte reconsidere sus órdenes previas sobre los bonos Euro", que Griesa mantiene bloqueados desde junio.
Quienes asistieron describieron a un Griesa que dubitativo. "El juez parecía muy confundido. No estaba preparado para la audiencia o no recordaba lo que las partes argumentaron en sus presentaciones. Me parece que puede seguir con casos de menor complejidad pero este caso lo superó hoy ampliamente. Se le escapaban los detalles técnicos y había que explicarle las cosas muy despacio y repitiendo temas elementales varias veces", afirmó Marcelo Etchebarne, del estudio Cabanellas Etchebarne Kelly, quien estuvo en el recinto.
La abogada del Citi, Karen Wagner, repitió los argumentos presentados en sendos escritos desde hace meses: que los bonos de legislación local no son deuda externa, sino deuda doméstica nominada en moneda extranjera (DFCI, sus siglas en inglés) y que, por lo tanto, no están alcanzados por las órdenes de Griesa. Esa línea fue la misma que siguió la República, representada por Carmine Bocuzzi, del estudio Cleary Gottlieb. Según el comunicado de Economía, el abogado insistió en que, por un lado, los bonos emitidos en dólares bajo ley local no constituyen deuda externa, sino interna. Y, por otro lado, insistió en que un fallo restrictivo afectaría a terceras partes.
Del otro lado, el abogado de NML Capital, Edward Friedman, reiteró que los bonos fueron ofrecidos en giras internacionales, en cuatro idiomas y que, por eso, deben ser considerados deuda extranjera, y sindicó al Citibank como una parte esencial en el proceso de pago, como depositario.
Hasta hace una semana, inversores, economistas y abogados preveían una nueva resolución a favor del Citibank y Argentina, ahora definitiva. Pero trascendió que el país se preparaba para colocar nueva deuda con los bancos JP Morgan y Deutsche y Griesa, a pedido de los litigantes, lo impidió. El juez sospecha que, con la ayuda de los bancos, Argentina podría evadir sus órdenes.
"Es difícil anticipar qué resolverá hoy (por ayer) el Juzgado", indicó el banco JP Morgan en un reporte previo a la audiencia. "No está claro cómo los eventos recientes (por la frustrada colocación de deuda nueva) que fueron acercados a la corte por los holdouts puede afectar de forma adversa en la consideración del juez", agregó.
Guillermo Nielsen, ex secretario de Finanzas durante el canje de 2005, también vio con alarma la actuación de Griesa de la semana pasada. "No me gustó cómo abortó la colocación de deuda; si abortó la colocación de un bono de legislación argentina, ¿por qué va a permitir que el Citi pague?", se preguntó, y consideró que al haber autorizado en tres ocasiones previas los pagos por única vez evitó crear un precedente. En su opinión, Kicillof "está buscando romper y cerrar la única ventanita que queda de conexión financiera con el mundo", dijo.
"Es difícil y agotador interpretar los gestos de un juez que parece no entender el tema que tiene entre manos", afirmó a este diario Eduardo Levy Yeyati, director de la consultora Elypsis. Para la firma, no obstante, el escenario más probable sigue siendo que el juez habilite los pagos.
Fuente: El Cronista