Indagarán a una anciana que es testaferro de Ricardo Jaime
14/07/2015. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
El juez Casanello quiere tener detalles de una operación inmobiliaria que benefició al ex secretario de Transporte
En la época en que no dejó negocio-ilegal por hacer, Ricardo Jaime necesitó de varios testaferrospara que figuraran como dueños de los bienes malhabidos gracias a la corrupción que reinó en la Secretaría de Transporte entre 2003 y 2009.
Por eso junto a Jaime fueron procesados por enriquecimiento ilícito integrantes de su círculo familiar y de negocios. Uno de los casos más llamativos del uso de testaferros por parte de Jaime fue el de su ex suegra, quien actualmente tiene 85 años.
El ex funcionario kirchnerista puso en 2006 a nombre de María Filomena Pfaffen una casa de fin de semana en el barrio cerrado Camino Real de San Isidro. La mujer es la madre de Silvia Reyss, quien fuera pareja de Jaime y también procesada porque no pudo justificar el aumento de su patrimonio en los años en los que el ex secretario de Transporte ejercía a pleno sus facultades recaudatorias.
Jaime recurrió a los servicios como testaferro de su ex suegra, una jubilada que por entonces vivía en Río Gallegos, para poner a nombre de ella una casa de fin de semana que, mientras fue funcionario público, utilizaba para descansar de los enormes problemas que le generaba la administración del sistema de transporte en la Argentina.
Como no había manera de poner entre los bienes de Jaime la casa en el barrio cerrado, fue inscripta a nombre de Pfaffen. Pero lo más grotesco del caso no es que Jaime haya puesto a nombre de una anciana de Río Gallegos una casa de fin de semana en San Isidro. Lo más grotesco del hecho fue quién puso el dinero para comprarla.
El 7 de abril de 2006, Raúl Omar Glories, cuñado del empresario Néstor Otero, compró la casa en $450.000 como apoderado de Pfaffen. La compra de la casa se hizo un mes antes de que Jaime y Otero firmaran un acta para sellar las negociaciones que hicieron entre ellos. Jaime como Secretario de Transporte y Otero como dueño de la concesión de la Terminal de Ómnibus de Retiro, establecieron las condiciones de la extensión del contrato de explotación de la Terminal de Retiro que perdura hasta este año inclusive.
Para entonces -vale la pena recordar que- Otero, un empresario al que Jaime debía controlar, pagaba mes a mes el alquiler del departamento donde vivía el entonces funcionario público. Por ese caso de corrupción Jaime y Otero deberán ir a juicio oral y público.
La compra de la casa en Camino Real fue el adelanto de Otero -realizado a través de su cuñado Glories- para que Jaime aprobara la renovación del contrato, por supuesto, en condiciones favorables para la empresa de Otero, el hombre que le había "regalado" la casa de fin de semana a Jaime. La renovación de la explotación de la Terminal a favor de Otero quedó sellada con compra de la casa y las negociaciones entre el empresario y su "empleado" Jaime. Y fue confirmada por el decreto 1962 del año 2006 que firmaron Néstor Kirchner, Julio de Vido y Alberto Fernández. Si bien se publicó en el Boletín Oficial el 10 de enero de 2007, el decreto se había firmado el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes. A partir del acuerdo entre el que "entregó" la casa y el que pasaba allí los fines de semana, la Terminal quedó en manos de Otero –podría haber sido convocada una nueva licitación–, a quien el Estado le perdonó multas que adeudaba y le bajó el canon mensual que pagaba de $400.000 a $100.000. Aquel proceso de adjudicación fue seriamente observado por la Auditoría General de la Nación en 2008, pero nada ha evitado que Otero- que fue beneficiado no solo por el kirchnerismo sino también por el macrismo con negocios- siga manejando hasta ahora la Terminal de Retiro.
La casa de Camino Real fue allanada en 2011. Todas las pruebas halladas en aquel lugar demostraron que Pfaffen no la utilizaba. En cambio sí lo hacía Jaime. Las instalaciones de un gimnasio en esa casa confirmaron que el que levantaba pesas para mantener su figura era Jaime y no la jubilada santacruceña.
Cuando Pfaffen intentó justificar de dónde había sacado ese dinero, sus argumentos fueron desestimados tanto por el fiscal Carlos Rívolo como por el juez Sebastián Casanello. Como la jubilada-ahora vive en Córdoba- tiene algunos problemas de salud, debe ser indagada en su casa. Por eso el juez envió una serie de preguntas a uno de los jueces federales de Córdoba que deberá interrogar a la anciana.
Glories había sido procesado por Casanello pero en una resolución insólita, la Sala I de la Cámara Federal le dictó la falta de mérito. Tal vez si la señora de 85 años puede explicar cómo y por qué el cuñado de uno de los empresarios que "alegraba" cotidianamente a Jaime, le compró una casa de fin de semana a cientos de kilómetros de donde ella vivía, la situación judicial de Glories y de Otero se pueda complicar.
Fuente: Infobae