Juicio con los holdouts: sobre la hora, Argentina logró más "amicus curiae" ante la Corte de los EEUU
25/03/2014. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Brasil, México y Francia respaldaron la postura oficial en la demanda contra el país iniciada por los holdouts ante la Justicia norteamericana, luego de que el Gobierno apelara el fallo del juez Griesa el 18 de febrero.
La Argentina cosechó un fuerte apoyo regional e internacional, ya que Brasil, México, Francia, el premio Nobel Joseph Stiglitz, una ONG como Jubileo y bancos como Gramercy y Puente, respaldaron al país en la demanda que afronta por parte de los tenedores de bonos que no ingresaron al canje de deuda ante la Justicia estadounidense.
Los actores que decidieron involucrarse hasta en el denominado "juicio del siglo" ayudaron dar más fuerza a la postura argentina de que este caso tendrá consecuencias globales, y afectaría futuras reestructuraciones de deuda.
Este lunes venció el plazo para que los aliados a la posición local en esta lucha contra los holdouts realicen sus presentaciones en EEUU, luego de que la Argentina apelara formalmente el fallo del juez Thomas Griesa, el pasado 18 de febrero.
Fue un pedido de justicia, de equidad de trato y de la aplicación de la ley de inmunidad soberana de Estados Unidos, ante el riesgo de que el país vuelva a caer en un nuevo default si cumple con la condena de los tribunales inferiores.
En la historia de las reestructuraciones de deuda y de juicios internacionales por default soberano no hubo un caso similar con tanta preocupación internacional.
El diario Financial Times pública en el blog especializado que de 165 casos de reestructuraciones soberanas compiladas hasta el 2011 el lenguaje del pari passu (tratamiento igualitario) prácticamente no se modificó, quizá porque pocas veces fue puesto en tela de juicio.
Es una cláusula que los abogados repetían en los contratos casi sin cuestionar, hasta que llegó el juez Thomas Griesa y le dio su interpretación al pari passu, que ahora la Corte Suprema se abocaría o no a analizar.
Para la Argentina están en juego las reservas internacionales y toda la reestructuración efectuada en el 2005 y 2010 avalada por el 93% de quienes suscribieron el acuerdo de un total de u$s80.000 millones de deuda nominal en default del 2001.
Argentina padece un juicio por un default de bonos emitidos hace 20 años, cuando el gobierno argentino, aun luego de privatizar y de estabilizar la moneda, se endeudaba para cerrar balances anuales, muchas veces gasto corriente, con contratos leoninos en favor de los acreedores internacionales.
La espiral de deuda en dólares y la explosión del país en el 2001 sigue fresca en la memoria de cada acto de "endeudamiento" de este gobierno, que privilegió bajar la deuda en dólares respecto del PBI, y cuando fue necesario, endeudarse en moneda local y con actores locales, y a nivel internacional privilegió organismos y emisiones para gastos en infraestructura.