Juicio por el crimen de Darío Monges: acalorada audiencia con los policías federales
14/11/2024. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Marcaron algunas inconsistencias como manipulación en los celulares. La Fiscalía objetó a los testigos. Hubo un intenso debate.
En el marco del juicio que se lleva a cabo en el Tribunal Oral Federal 1 por el crimen de Darío Monges, continuaron las declaraciones de los testigos propuestos por la defensa. Los acusados son Roberto Catalino Bejarano y sus hijos Santiago y David. Además de familiares de los imputados, prestaron declaración tres integrantes de la Policía Federal, quienes viajaron desde Buenos Aires a Salta para testificar.
Los análisis realizados fueron objetados por el equipo de la Fiscalía, encabezado por el fiscal Eduardo Villalba. Durante el juicio, el jefe de la brigada de Investigaciones de la Unidad de Homicidios de la Policía Federal expuso la posibilidad de que los teléfonos de David Bejarano y Darío Monges hubieran sido adulterados. Este punto ya había sido señalado por un gendarme en una audiencia anterior.
Lo llamativo es que se corroboró que la línea de Monges estuvo activa entre el 10 y el 18 de septiembre de 2022. El falso abogado y presunto asesor político apareció sin vida en su camioneta Ecosport blanca el 3 de septiembre de 2022, en el barrio El Círculo. La última actividad registrada fue el 1 de septiembre.
El integrante de la Policía Federal destacó que existen protocolos para preservar la evidencia digital desde 2021, aunque también hay una normativa complementaria de 2023, posterior al crimen.
El testigo también informó que 16 efectivos analizaron las filmaciones de las cámaras de seguridad en la vía pública, pero no se pudo acreditar una línea de continuidad del recorrido de Monges desde el momento en que salió de "El Café del Tiempo".
Sobre el trayecto del vehículo y las imágenes de las cámaras de seguridad, también intervino Maximiliano Coria, de la Policía Federal, quien señaló que no se podía confirmar que fuera la misma camioneta.
La audiencia estuvo marcada por un acalorado debate. Incluso al final, el fiscal Villalba sugirió que podría denunciar por falso testimonio a uno de los testigos.
El primero en declarar fue Facundo Abadía, quien fue consultado sobre las actividades de Santiago Bejarano. Según el testigo, Santiago trabajaba junto a su hermano David en un taller de motos ubicado en la zona de la Avenida Constitución. Además, Abadía mencionó que Santiago se dedicaba a la compra y venta de animales en la localidad de Yacones. El testigo describió la casa familiar de los Bejarano como una vivienda modesta, de tres habitaciones, y señaló la presencia de una escopeta antigua, heredada de un abuelo.
Abadía recordó que el 1 de septiembre, día en que ocurrió el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se encontraba en el taller junto a Santiago y otros amigos, como Jaime y Jairo, intentando reparar una motocicleta. Indicó que, aunque no lograron arreglarla, permaneció en el taller aproximadamente una hora y media antes de retirarse. Afirmó que no conocía personalmente a Darío Monges y que solo había visto una motocicleta en el taller, la cual, según le dijeron, pertenecía a la víctima.
El testimonio de Lourdes Bejarano
Lourdes Bejarano, hermana de los acusados, también brindó su testimonio ante el Tribunal. Describió a su familia como trabajadora y detalló que su padre, Roberto Catalino, era taxista, mientras que sus hermanos, David y Santiago, trabajaban en el taller mecánico de motos. Según Lourdes, Santiago no contaba con un teléfono propio, usando en su lugar una notebook provista por el Gobierno para comunicarse a través de Facebook.
Lourdes relató que, días antes del crimen, su familia estuvo ocupada en la organización de un festival.
Por otra parte, Magalí Cruz, pareja de David Bejarano, dijo que la policía ingresó una madrugada a su casa sin orden de allanamiento y revisó los celulares. Incluso se llevó el de David y el de uno de sus hijos.
Fuente de la Información: El Tribuno