La investigación policial por Jaime buscó la impunidad
02/10/2012. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Esa es la impresión que quedó ayer tras la audiencia en el mega juicio que por crímenes de lesa humanidad se lleva a cabo en Salta
Tres testigos declararon, los tres hicieron aportes para comprender la trama de irregularidades que la Policía de Salta, a cargo entonces de los represores Miguel Gentil y Joaquín Guil, acometió para asegurarse que el secuestro y homicidio del periodista Luciano Jaime quedara sin ser esclarecido y no se hiciera justicia.
El velo que cubría esas irregularidades se corrió un poco ayer, con algunos de los testimonios convocados a instancia de los abogados Matías Duarte y Tania Kiriaco, representantes de la querella de la Asociación de Periodistas de Salta (APeS).
Ni bien se encontraron los restos del cuerpo de Jaime, en la siesta del 14 de febrero de 1975 (dos días después de su desaparición) en el paraje El Encón Chico, al costado de una finca, a unos 14 kilómetros de esta ciudad, intervinieron los peritos de la Sección Criminalística de la Policía de Salta, que por entonces dependía de la Dirección de Robos y Hurtos, a cargo del comisario Ofelio Natalio Sallent (ya fallecido).
Por lo que dijeron los tres testigos de ayer, la perita criminalística Marta Tabarcachi y el suboficial Roberto Medina, especializado en realizar identikits y en reconstrucción de rostros y planimetría, fueron los dos enviados por la Sección Criminalística. Sin embargo, Tabarcachi no aparece en ninguno de los informes, y sí aparecen las firmas del entonces jefe de Criminalística, Ramón Luna, y del propio Medina. Otra de las irregularidades detectadas es que en un informe aparece como interviniente el juez de Instrucción de 2º Nominación, Carlos Ulivarri, pero luego se le envían todos los informes al entonces juez federal Ricardo Lona. Ulivarri negó ayer haber tenido intervención alguna en este hecho.
Luna declaró ayer y aseguró que él en persona estuvo en el lugar del hecho, del que prácticamente no recordaba nada, lo mismo que del informe que había firmado, ni siquiera pudo recordar las cinco vainas servidas que figuran en su informe. En cambio, Medina, que también declaró ayer, fue locuaz a la hora de recordar esa circunstancia, reiteró incluso que tuvo que asistir a Tabarcachi porque se desmayó por la impresión que le produjo la visión de la escena del crimen. El suboficial no pudo recordar a Luna en el lugar del hecho, a pesar que, según dijo, con Tabarcachi estuvieron unas 6 horas allí. Dijo que había miembros de infantería y personas de civil, pero no vió a Luna.
Luna dijo que en Criminalística no pudieron identificar los restos hallados. Medina dijo que ni bien vieron las ropas, con Tabarcachi pensaron que podía ser Luciano Jaime, porque sabían, por los medios, que había desaparecido llevando esa ropa y era buscado.
Fuente: Nuevo Diario