Madura una reforma de la Magistratura con proyecto de consenso
06/09/2017. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Fija en 17 sus miembros con guiño a los jueces federales. No habrá diputados y senadores, sino representantes de las Cámaras. Pulirán detalles para Congreso.
La modificación del actual esquema de fuerzas del Consejo de la Magistratura -cuyo funcionamiento estuvo siempre en el ojo de la tormenta de las rencillas políticas en el ámbito judicial- comenzó a tomar color con un proyecto presentado la semana pasada por el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF). El Ministerio de Justicia que conduce Germán Garavano mostró ayer su primera bendición a la iniciativa, a la que se sumó el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. El plan cuenta con guiños a diferentes sectores del Poder Judicial, incluyendo a la "Superliga" de jueces federales . También puede despejar un problema para la Corte Suprema de Justicia que, como informó Ámbito Financiero, debe expedirse sobre la eventual inconstitucionalidad del actual formato, lo que generaría que se regrese a un escenario anterior con 20 integrantes definiendo el destino de los jueces.
El proyecto incluye algunas innovaciones en la integración, requisitos y sistema de fuerzas: 17 miembros (en lugar de los actuales 13) con aumento de la nómina de consejeros abogados, y jueces. La iniciativa suma dos letrados más a los actuales dos, pero en lugar de diferenciarlos entre colegios de la Capital y del interior, serían elegidos por padrón único entre los matriculados de todo el país.
Numéricamente, se agrega sólo un representante más por el estamento de los jueces, pero queda establecido que de esos cuatro, dos magistrados deberán tener condición de federales, algo que satisface a la flamante Asociación de Jueces Federales (AJuFe) que de todas formas iba a pujar el año que viene por sentar a uno de los suyos en el sillón de consejero. Uno de los federales deberá ser del interior del país.
La integración de representantes del Congreso no tiene alteraciones. Se mantiene en 6, dos por el sector mayoritario y uno por la minoría tanto en Diputados como en el Senado. Sin embargo, habilita la posibilidad de acuerdos parlamentarios entre los bloques para elegir las fuerzas que estén representadas. Quizás el dato central sea que no podrá esta sentados a la mesa del órgano de selección y remoción de jueces ningún legislador en persona. Deberán ser representantes de ese estamento. Es el modelo Ciudad de Buenos Aires (y en rigor casi todos los Consejos del país lo han adoptado), lo que le quita la ventanilla de discusión política cristalizada en los permanentes cruces entre diputados y senadores oficialistas y opositores. Se mantendría un representante por el Poder Ejecutivo, aunque se incorporaría un delegado de la Corte. La novedad con el proyecto anterior a la reforma que fue declarada inconstitucional y que escaló a la Corte es que el presidente del máximo tribunal no será el presidente del Consejo. Uno de los supremos lo integrará de forma rotativa aunque nunca podría hacerlo quien sea presidente de la Corte.
Además, se fijan parámetros para ser elegible para el Consejo sobre la base de situación procesal por un lado y a requisitos equiparables a los de un juez, por el otro. Habrá escollos para cualquier procesado por hechos de corrupción o por faltas administrativas u otros delitos.
Que la iniciativa provenga del CPACF que preside Jorge Rizzo y que cuente con el acompañamiento del Colegio de la Ciudad, que representó Guillermo Lipera en la reunión con Garavano y el consejero PRO Pablo Tonelli, aseguró un primer escollo salvado: los abogados han sido los que litigaron (con éxito) para voltear las últimas reformas al Consejo durante el kirchnerismo. El Gobierno prometió una reunión en dos semanas para seguir puliendo la idea y darle formato legislativo.
Fuente: Ámbito