Mega juicio: reconstruyen el circuito del terror en Salta
24/04/2013. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
De a poco, las inspecciones oculares ordenadas por el Tribunal Oral en lo Federal van aportando datos que ayudan a reconstruir el circuito del terror en Salta, iniciado más de un año antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
Ayer dos testigos presenciales señalaron, en el Cementerio de la Santa Cruz, el lugar donde el Ejército abrió una fosa común para arrojar cuerpos que traían por la noche. Otro testigo, el policía retirado José Carrasco, reconoció el lugar donde se encontró el cuerpo del militante peronista Eduardo Fronda, el 8 de enero de 1975, el primero de una larga lista de víctimas fatales de la represión paraestatal y estatal. Lo dejaron cerca del alambre del terreno del Ejército, en el camino a Lesser, a unos 300 metros de la entrada al Pucará de Buena Vista, el viejo casco de estancia que pertenece al Ejército y en la actualidad se alquila para fiestas pero que en la década del 70 era usado como residencia del subjefe del Ejército y cuyo paisaje tiene características similares a las descriptas por los detenidos que fueron torturados en centros clandestinos de detención y salieron con vida.
Con los testimonios volcados en el debate y las inspecciones ya se sabe que los detenidos eran concentrados en dependencias del Ejército, muchos eran pasados a otro centro clandestino de detención donde fueron sometidos a todo tipo de vejámenes (se sospecha que funcionó en Buena Vista), el lugar preferido para el exterminio de personas fue el solitario paraje El Gallinato, donde según un testigo hubo al menos veinte muertos. Si no eran sometidos a explosión para hacerlos desaparecer, los cuerpos eran ocultados en el Cementerio de la Santa Cruz.
Mariana Gamboa, querellante en este proceso por su madre, Gemma Fernández Arcieri, y su padre, Héctor Gamboa, secuestrados en septiembre de 196 y desaparecidos desde entonces, consideró que esta altura del juicio tienen "ya una reconstrucción de lo que significó ese momento", y "falta terminar de determinar dónde quedaron lo restos de nuestros familiares".
Gamboa insistió en que en la provincia "el circuito del terror fue uno solo". "El territorio de Salta era un campo de batalla pensado por estas mentes de asesinos genocidas que utilizaban espacios geográficos para construir un plan sistemático de eliminación, entonces los lugares no eran casuales, tiene que ver con puntos clave donde ellos podían de alguna manera tener zona liberada, esconder pruebas, o sea, tenían como una razón de ser que se repite, es muy parecido al campo de concentración de La Perla, la situación del Chaco, de Jujuy, en donde los circuitos del terror tienen como piezas fundamentales la detención, la desaparición, la tortura, la búsqueda de información, el chequeo de esas personas y los traslados o destino final como le decían ellos mismos en la jerga que usaban para su eliminación", analizó ayer tras las inspecciones.
Gamboa destacó asimismo la articulación de la represión "entre Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero, el circuito de la zona y subzona queda además probado y lo vamos a terminar de probar cuando vayamos a Tartagal y Orán".
Fuene: Nuevo Diario