Otra misteriosa desaparición de una mujer en Salta levanta críticas en materia de seguridad
24/01/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
En los últimos cuatro meses, la suerte de dos mujeres se convirtió en una incógnita para sus familiares y amigos, sin que la policía ni la justicia hayan podido brindar alguna respuesta, aunque sí calificaron ambos casos como femicidio.
Nuevamente, como sucedió el 11 de septiembre del año pasado en La Caldera, con la desaparición de Jésica Gutiérrez, de 32 años, de quien no se tiene idea dónde está o qué pasó con ella, ayer se sumó un nuevo caso en la localidad de Salvador Mazza.
Como si en Salta, las mujeres corrieran el grave riesgo de ser tragadas por la tierra, la justicia informó de la desaparición de Rosmery Armayo, de 52 años, sin que haya certeza de su paradero, aunque su marido, José Miranda, detenido, adujo que se ahogó en una laguna del chaco salteño.
El caso es casi un calco al de Gutiérrez, pues su pareja, Dardo Mamani, aparece como el principal sospechoso de la desaparición, con la diferencia que éste, según se cree, no habría soportado la culpa y se mató a los días de denunciar la ausencia de Jésica e incluso participar en su búsqueda.
En cuanto a Torres, la mujer está desaparecida desde el 17 de enero pasado, fecha en que Miranda, su pareja, denunció la desaparición en una dependencia policial de Salvador Mazza, circunstancias en la que sostuvo que su mujer rompió con él y se fue con otro, sin dar más detalles.
Iniciada la búsqueda de la mujer, Miranda finalmente cambió su versión tras ser detenido como sospechoso, pues al verificar su primer relato, el fiscal Armando Cazón, pudo establecer por las cámaras de video de la ciudad y las pesquisas de los policías, que el itinerario que dio el acusado no coincidía.
Al verse acorralado, pero lejos de confesar un supuesto crimen, sostuvo que ese día, el 17, salió con su pareja de la casa en la que residían, en barrio Ferroviario para dirigirse al Chaco Salteño y lo hicieron por la ruta 54. Viajaban en una Ford Ranger, propiedad de Miranda.
Contó que, tras pasar por la localidad de Santa Victoria, llegaron hasta un paraje llamado “Pozo de la Yegua”, donde Rosmery se vio cautivada por el paisaje de una laguna, por lo que se detuvieron para pasar un rato cerca del espejo de agua.
Denuncia falsa
Siempre bajo el relato de Miranda, su pareja no reparó solo en mirar y disfrutar del paisaje, sino que decidió ir más allá y se lanzó al agua, dado el intenso calor reinante, pero la laguna había subido su nivel, algo que Torres no habría tenido en cuenta.
Lo cierto, según el relato de Miranda, es que después de unas cuantas braseadas, la mujer desapareció. Ante ello, y para explicar por qué no hizo nada por salvarla, afirmó que no sabe nada, por lo que tuvo miedo de meterse al agua para intentar algún rescate.
Pero tampoco hizo nada al regresar a casa, sino que, por el contrario, radicó una denuncia de desaparición con un argumento falso. Lo que no pudo explicar, es por qué, a lo largo del camino de retorno, no se detuvo en ningún lugar, incluso en la localidad de Santa Victoria para alertar sobre lo sucedido.
Miranda regresó sin prisa, se tomó su tiempo para denunciar lo sucedido, pero no con la supuesta verdad que ahora alega, sino con una mascarada, con la cual creyó ocultar lo que realmente habría sucedido con Torres, cuya suerte aún no está del toda resuelta, pues ahora la policía deberá realizar las tareas de buceo en el “Pozo de la Yegua” para dar con el cuerpo de la víctima.
En tanto, nada se puede asegurar respecto a si efectivamente murió de la manera que su pareja dijo, ya que podría tratarse de otra mentira más. El caso, por ende, fue derivado a la Unidad de Femicidios del norte, a cargo del fiscal Gonzalo Vega, quien deberá investigar qué pasó con Rosmery Torres.
La misma tarea carga la Unidad de Femicidio de esta ciudad, la que investiga desde el 11 de septiembre pasado, la desaparición de Jésica Gutiérrez, de quien tampoco nada se sabe, lo que generó ya fuertes críticas en materia de seguridad, pues no es la primera vez que desaparecen personas en Salta, dueña de un largo registro de casos emblemáticos.
Pese a ello, señalaron algunas fuentes judiciales, el gobierno de la provincia no ha podido dar con la tecla en la implementación de protocolos efectivos ante casos de desaparición de personas, pese a contar con numerosos recursos tecnológicos, como las cámaras de video que los funcionarios del área siempre presumen, pero que, por el momento, no han demostrado ser tan eficaces.
Fuente de la Información: El Intra