Otro signo de los vientos de cambio en Tribunales
20/09/2013. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Opinón de Gustavo Sylvestre - El Cronista
La decisión del juez federal Claudio Bonadio, a quien en algún momento de los 90 el ex ministro de Economía de Carlos Menem, Domingo Felipe Cavallo, denunciara como uno de los jueces de La Servilleta de Corach; de dictar el procesamiento del Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno por abuso de autoridad, es otro signo de los vientos de cambio en los Tribunales de nuestro país.
Muchos jueces, camaristas, fiscales y demás se sintieron tocados por la frustrada Reforma Judicial que el gobierno llevó adelante, y que luego la Corte, interpretando tal vez el sentir de la familia judicial,volteó de un plumazo. Y muchos de esos jueces juraron, en la soledad de sus despachos, venganza contra el oficialismo.
Han predispuesto mal hasta jueces racionales que sin ser adictos fallaban en base a lo que debía ser y en los tiempos normales de la justicia cuenta un destacado abogado penalista, que lleva varias causas oficiales.
En algunos casos hay funcionarios que hace rato tendrían que ser sobreseídos y los jueces no lo hacen. En algún caso por temor al poder mediático de que los escrachen y, en otros casos, porque manteniendo las causas dormidas, mantienen cierto poder de fuego, sostiene el abogado.
Con este panorama es otro frente complicado que el Gobierno deberá afrontar en los próximos dos años.
Las señales que la Corte viene dando respecto a lo que fallará en los artículos cuestionados de la Ley de Medios, no son alentadoras para el Gobierno nacional, donde ya habría una mayoría que estaría inclinada a no tocar los derechos adquiridos de las empresas poseedoras de licencias de radio y TV, sin bien porque además ya lo dijo indicaría que la ley no afecta la libertad de expresión. Otra batalla que el oficialismo estaría perdiendo.
El 2015, tan lejos, tan cerca
Todos los candidatos ya juegan para la elección presidencial y perfilan sus estrategias y jugadas pensando en ese tiempo electoral.
Y en ese juego ya se ha metido de lleno el macrismo que ha salido a reflotar con fuerza la candidatura presidencial de Mauricio Macri.
El jefe de gobierno porteño ha recuperado cierta mística y autoestima respecto a su futuro, y a dado instrucciones a sus operadores para que comiencen a diagramar el futuro, en base a frente electorales.
Con las obras del Metrobus Mauricio recuperó cierta autoestima y superó un complejo de inferioridad que tenía respecto a sus antecesores. Veía que las autopistas las había hecho Cacciatore, que Puerto Madero lo había dejado Grosso, y que él terminaba su gestión sin plasmar ninguna obra significativa. El impacto positivo que ha generado el Metrobus le devolvió la autoestima perdida y ahora se ha vuelto a poner el traje de candidato presidencial explica uno de sus operadores políticos.
Macri no hará nada en el futuro con Sergio Massa. Saldrá a enfrentarlo. Y desde el massismo sostienen que con Mauricio Macri no han hecho ningún acuerdo, que todo lo han hecho con el otro Macri, Jorge, el Intendente de Vicente López.
El macrismo aspira a consolidarse en Santa Fe de la mano de Miguel del Sel; en Córdoba con una buena base que les dejará Baldassi y en Entre Ríos con el acuerdo realizado con peronistas en torno a la candidatura de Alfredo De Angelis.
Después de octubre lanzarán, seguramente a la Vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal, a recorrer la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de que dispute la gobernación en el 2015. También lo probarán en ese territorio al colorado Diego Santilli,
En la ciudad de Buenos Aires, todas las fichas del macrismo puro están puestas en el actual jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, aunque saben que Gabriela Michetti les presentará batalla.
El macrismo, como el denominad
o panradicalismo es decir la alianza de socialistas, radicales y otros partidos que vienen actuando juntos, y con cierto éxito en este proceso electoral, analizan que en el 2015 podría existir cierto hartazgo de la sociedad por el peronismo en sus distintas vertientes, y que el péndulo de la política argentina se inclinará por otra opción; que podría salir de sus espacios políticos.