Piden justicia, a cuatro años de la desaparición del gaucho José Sarapura
27/11/2023. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Pasaron cuatro años y la desaparición del querido gaucho José Pío Sarapura, de 89 años, sigue generando muchos interrogantes y pedidos de justicia por parte de familiares y amigos, quienes solicitan que el caso no quede impune y que se retome la bús
Era un verdadero personaje en la zona, conocido como el "Centinela del Crestón". Vivía en el cerro Nogal Solo, ubicado a unos 25 kilómetros en las serranías del oeste de San José de Metán, donde sus rastros se perdieron el 22 de noviembre de 2019.
Se sospecha que el gaucho podría haber sido víctima de un homicidio. Una de las hipótesis es que fue asesinado y enterrado entre los cerros, pero su cuerpo nunca fue hallado, a pesar de las intensas y prolongadas búsquedas por cielo y tierra, incluso con especialistas y perros.
"Seguimos pidiendo justicia y solicitando que continúe la búsqueda, porque dijeron que iban a mandar personal nuevamente a los cerros, pero luego no enviaron. Ya pasaron cuatro años y queremos saber qué pasó con mi tío, porque no puede desaparecer de esa manera", dijo Mario Ramón Sarapura, sobrino del "Centinela del Crestón".
"Me parece raro que no lo hayamos podido encontrar. Yo estuve en las búsquedas y éramos muchas personas. Mi tío no se fue lejos, es algo raro lo que le pasó, porque ya no ensillaba sus caballos. Queremos encontrarlo para que su alma descanse en paz y prenderle una velita. Si alguien le hizo algo necesitamos que se sepa la verdad", destacó.
"Mi tío era un hombre muy bueno y amable con todos, siempre recibía gente en su casa en los cerros. Seguimos pidiendo justicia y una repuesta. Queremos y necesitamos que se retome la búsqueda hasta que aparezca", dijo Mario Ramón Sarapura.
Desde el principio la investigación estuvo en la Fiscalía Penal 2 de Metán, pero jamás se ordenaron detenciones. Incluso las pesquisas se dificultaron porque pasaron de un fiscal a otro y cambiaron de secretarios y secretarias, que cubrían vacantes, en la conducción de esa Fiscalía.
"Se reitera la solicitud a los medios de comunicación y comunidad en general la difusión de la presente a los fines de ubicar a José Pío Sarapura, de 89 años, quien falta de su hogar desde noviembre del año 2019. El trabajo se encuentra a cargo de efectivos de la Brigada de Investigaciones 3 con asiento en la ciudad de Metán, bajo la dirección de la Fiscalía Penal y Laboral 2, conforme al protocolo de búsqueda de personas extraviadas", señaló un parte de prensa de la Policía de la Provincia de 2021.
Responde a las siguientes características fisonómicas: mide 1,65 metros, tez trigueña, cabello corto negro, bigote y barba rasurados. Se sabe que vestía un atuendo gaucho con poncho salteño al momento de su desaparición.
Luego de su desaparición se desarrollaron varios operativos de búsqueda. Entre ellos uno inédito con la participación de más de 80 efectivos de diversas áreas de la Unidad Regional 3, junto a unidades de rescate de la ciudad de Metán, Salta e integrantes de las delegaciones de Córdoba, San Luis, Santa Fe y Entre Ríos.
El 22 de noviembre de 2019, a las 23.41, en la comisaría 30 de Metán, radicó una denuncia Mario Ramón Sarapura, quien dijo que había tomado conocimiento por su hermano, Eduardo Sarapura, sobre la desaparición de su tío José. Según la denuncia, Eduardo se había dirigido desde Metán hacia el cerro Nogal Solo, donde vivía en soledad el "Centinela del Crestón". Informó que no lo encontró en su casa y que lo buscó sin hallarlo.
Al día siguiente, el sábado a primera hora, se inició la intensa búsqueda del gaucho, con la participación de efectivos de distintas divisiones de la Policía, personal de Defensa Civil, bomberos, familiares y amigos de Sarapura, baquianos de la zona e integrantes de la Brigada de Búsqueda y Rescate de Metán.
Lo que llama la atención es que todos sus caballos estaban en la finca, al igual que la montura que siempre utilizaba. Todo estaba en orden en la humilde casa del hombre de campo. Las puertas estaban cerradas.
Todo parecería indicar que el gaucho salió caminando del lugar, acompañado por sus fieles perros. Lo que llama la atención es que tiempo después uno de sus animales regresó a la casa llorando.
Lo que también genera muchas dudas es que Sarapura estaba enfermo, se movilizaba con dificultad y tenía problemas de visión.
La lógica indica que no se podría haber alejado mucho del lugar en el que vivía, en la desnivelada ladera de un cerro, en medio de un paisaje imponente, que conocía como la palma de su mano.
Fuente de la Información: El Tribuno