Por qué nadie escuchó gritar a Marcelina Meneses
12/01/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Dos autores de Salta unidos en la denuncia del crimen impune. En 2001 el docente y escritor Carlos Müller escribió un "antipoema" denunciando el odio que movió a los asesinos de la migrante boliviana y su hijito. En 2009, en otra oleada de crueldad en
Dos autores de Salta unidos en la denuncia del crimen impune. En 2001 el docente y escritor Carlos Müller escribió un "antipoema" denunciando el odio que movió a los asesinos de la migrante boliviana y su hijito. En 2009, en otra oleada de crueldad en el país, el cantautor Riqui Zarra le puso música. Veinticuatro años después, la obra sigue vigente, para vergüenza de la Nación.
El 10 de enero se cumplieron 24 años del asesinato de Marcelina Meneses y su hijito Josua Torres. Un crimen que sigue impune y que, por eso mismo, exhibe un inquietante lado de la sociedad argentina. Aunque quizás una sola persona haya empujado a madre e hijo a las vías del tren, muchos otros se convirtieron en colaboracionistas, callando lo que habían visto. Hace 24 años que el país arrastra este acto que lo envilece.
Se están cumpliendo también 24 años del antipoema "Nadie escuchó gritar a Marcelina Meneses", del docente y escritor Carlos Müller. Escrito en ese mismo 2001 de crisis en todo sentido, el poema fue resignificado en 2009, cuando el cantautor Riqui Zarra le puso música y el añadió unas cuartetas.
"Nadie escuchó gritar a Marcelina Meneses" denuncia el odio, expresado en la acción de matar pero también (y no con menos maldad), en la de callar y en la de no investigar. Para vergüenza nacional, 24 años después, el texto tiene una vigencia arrolladora.
Carlos Müller se enteró del crimen por los diarios. "Fue algo que me preocupó muchísimo porque ya en esa época había una suerte de xenofobia terrible. Se notaba. Y uno como maestro también a veces lo ha notado en los mismos niños que inconscientemente por ahí escuchan lo que dicen en la casa y usan términos descalificativos en contra de los hermanos bolivianos".
En Salta ya se habían vivido episodios similares. Habían matado a un hombre en el puente internacional en Salvador Mazza, y en La Quiaca, Jujuy, habían aparecido pintadas racistas: "Fuera bolivianos" y "otras cosas muy desagradables y con signos fascistas pintados en la estación de trenes, por ejemplo".
En ese contexto, fue preocupante enterarse del asesinato de madre e hijo, "y que pasaban las semanas y no había testigos, nadie declaraba nada de cómo había sido. Entonces fui de a poco reconstruyendo los hechos en una suerte de antipoema, como diría Nicanor Parra, porque hay cosas que por ahí escapan a la cuestión lírica pero son tan imprescindibles que se dicen sin necesidad de calificativos. Y esto fue algo que me conmovió muchísimo", recordó Carlos Müller.
"Un tren lleno de cómplices"
Marcelina Meneses era de Cochabamba. Había migrado a la Argentina, donde tenía dos hijitos. Josua tenía apenas diez meses. El 10 de enero de 2001 madre e hijo fueron arrojados de un tren del ex Ferrocarril Roca, poco antes de llegar a la Estación Avellaneda. El vagón iba lleno, alguien insultó a Marcelina porque lo había rozado con su bolso, un único pasajero, Julio César Giménez, intentó mediar pero se impusieron los insultos y alguien la empujó con su hijo a cuestas. Después solo Giménez testificó. Era, como dice el poema de Müller, "Un tren lleno de cómplices".
El antipoema reflexiona sobre la crueldad que recorre la historia humana. Y cuestiona el racismo nacional, tantas veces negado. "Esto no es un hecho aislado", recuerda. "Marcelina Meneses y su guagua de diez meses mueren una y otra vez asesinados, mueren a cada rato, y con ellos se muere también esta idea de país, de comunidad. La Nación se nos muere de la vergüenza con cada inmigrante muerto", advierte.
En 2001 Müller estaba preparando el libro "Años luz", una reunión de tres poemarios. El último contiene una serie de poemas dedicados a las víctimas de 2001, entre ellos, el referido a Meneses y su hijo. "Años luz" obtuvo el primer premio provincial de poesía para autores éditos en 2005 y fue publicado en 2006.
El poema le llegó a Riqui Zarra de manos del mismo autor. Un tiempo después, en un acto de la memoria en la ciudad de Salta, el músico llamó al escenario al escritor: "Me dice, vos recitá el poema que yo le puse música". "Fue una alegría poder compartir una obra con él, que tiene una trayectoria inmensa y lo considero un hermano trabajador de la cultura", recordó Müller.
"Hay climas de época", empezó por su parte Riqui Zarra para explicar por qué decidió musicalizar el poema sobre Meneses. Fue en 2009, en una de esas oleadas de xenofobia que recorren la provincia, y el país. En el norte, cuando es época de elecciones "se agudiza un poco la cuestión porque pasa gente de Bermejo a votar en Aguas Blancas. Mucha gente que tiene doble nacionalidad, y ahí se arma, digamos, una xenofobia parejita".
También cuando se comete un femicidio, "Marcelina Meneses siempre aparece como un ícono de la bestialidad, de la discriminación". .
En 2018 publicó en su perfil digital esa versión musicalizada, en la que la comunicadora Mónica Insarraulde recita el poema, que "ahora (en tiempos de odio libertario) tiene una nueva vigencia", como pasó en diciembre, cuando la Gendarmería mató al trabajador de frontera Fernando Gómez
Riqui Zarra le agregó al texto original "algunas pequeñas coplitas así como estribillo para redondear", sobre todo porque lo necesitaba para la musicalización, que tiene una base rítmica "como si fuera un tren que va".
"Yo viajaba con Meneses, me acuerdo de ese día. Como era boliviana, asientos ya no había", dicen esas cuartetas del cantaautor oranense, que también hablan del "vagón del qué me importa".
Un tren lleno de ciegos, sordos y mudos
"Durante mucho tiempo traté de tenerlo presente como un acto de rebeldía ante un Poder Judicial y una investigación que nunca resolvía nada, y aún hoy, después de 24 años, no se ha resuelto. Nunca se resolvió, nunca se encontraron culpables de un hecho que tendría que tener, si no es cientos, por lo menos decenas de testigos que lo han visto, porque ocurrió a las 9 de la mañana -no ocurrió a las 5 de la mañana- en una estación de trenes, de un tren lleno de gente, como dice el poema", se rebela Carlos Müller sobre la actualidad de su antipoema.
Aquel hecho, dijo, "fue terrible", como es terrible que "el ave negra de la xenofobia" se acerque más en estos tiempos y que haya gestos y dichos, expresados "con total impunidad, (que) muchas veces apuntan a sostener esos principios xenófobos". Por eso, trata de mencionar el poema a donde va, de "leerlo, aunque no sea un momento quizás propicio aparentemente pero sí nos refresca el lado oscuro de lo que a veces somos como país, como comunidad, y lo que tenemos que evitar. Entonces tomar conciencia puede ser una consecuencia de decirlo, de poder expresar lo que sentimos con esa crudeza".
Müller se explayó sobre el concepto de antipoema, del poeta y físico chileno Niconar Parra: "Se me ocurre que en muchas oportunidades la poesía escapa a lo bello para afirmarse sobre la verdad, sobre lo verdadero y sobre lo que hace falta decir, más allá, digamos, del valor estético que pueda tener. La poesía también tiene un componente ético, no nos podemos olvidar de eso, y yo considero que toda mi poesía apunta a eso, un componente ético y político aunque no haya una intencionalidad ni una cuestión explícita, pero sí se expresa o trata de expresar con claridad o con alegorías o usando los recursos literarios que correspondan y eso no es escapar a la belleza, es fortalecerla con la verdad".
Escrito hace 24 años, el antipoema parece hablar del presente: "Avanzan sobre el silencio de la mayoría. Sobre nuestro silencio obsceno y ruin", sostiene. Habla de las sucursales de la Gestapo: "Las más peligrosas son las pequeñas sucursales clandestinas en los cerebros con odio".
Aquel tren en el que mataron a Marcelina Meneses y su hijo era "Un tren fantasma repleto de ciegos, de sordos y mudos", insiste antes de convocar a "Gritar hasta que nos escuchen, hasta derrotar a los sicarios y a los indiferentes definitivamente".
Fuente de la Información: Página 12