Reconocieron el lugar donde dinamitaron a un salteño en 1976
06/04/2015. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
El cuerpo dinamitado de Carlos César Martínez apareció en el paraje El Gallinato. Hubo una inspección ocular en el lugar.
Testigos reconocieron hoy el lugar del paraje El Gallinato donde apareció el cuerpo dinamitado de Carlos César Martínez, un salteño secuestrado en marzo de 1976. Vecinos que vivían en la zona mostraron dónde se hallaron los restos de la víctima, en el marco de una inspección ocular que se realizó como parte del séptimo juicio por delitos de lesa humanidad que desarrolla en Salta.
"En esta zona se encontraron unos diez cadáveres en esa época. Escuchábamos explosiones de noche y, al otro día, estaban los restos en el campo", dijo a El Tribuno Nicolás Alancay, uno de los testigos que recorrió hoy el lugar junto a jueces, fiscales, querellantes y familiares de desaparecidos.
Alancay tenía 16 años y vivía en El Gallinato en marzo de 1976, cuando hallaron en este paraje el cuerpo de Carlos César Martínez.
Alancay describió que pudo ver la cabeza del hombre, que estaba amordazado, la mañana en que se realizó un operativo policial para levantar los restos, que estaban diseminados en varios metros a la redonda.
"Tenía un pañuelo verde en la boca", detalló a los funcionarios judiciales Juan Martín Moreyra, otro salteño que vivía en el lugar y declaró hoy como testigo.
Carlos César Martínez fue secuestrado de su casa de Salta Capital el 18 de marzo de 1976 y su cuerpo apareció dinamitado en El Gallinato, en el departamento de La Caldera, un día después.
Martínez había pertenecido a la Policía de la Provincia y, de acuerdo con testimonios que se recogieron en el juicio, tenía información que comprometía a la cúpula de la fuerza de seguridad por hechos ocurridos en la década del setenta.
La Justicia también realizó una inspección ocular en la casa donde el 9 de septiembre de 1976 secuestraron a Lidia Gómez de Colqui y a su hijo Alfredo Isidro Colqui, un militante de la Juventud Peronista.
En la vivienda, ubicada en la calle Coronel Vidt, se tomó el testimonio de familiares de las víctimas que siguen viviendo en el mismo lugar.
La Justicia Federal también tenía previsto recorrer instalaciones de Caballería, donde torturaron a dirigentes sindicales en 1976, pero no se presentó el testigo que tenía que reconocer el lugar.
Fuente: El Tribuno