“Sabemos que la escuela, en general, es un ámbito de muchas vulneraciones y hostigamiento”
06/02/2022. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Entrevista con Florencia Sánchez, directora del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres.
Florencia Sánchez es la flamante directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres. Asumió el cargo el lunes 24 de enero, luego de que la Cámara de Diputados de la Provincia, institución a la que representa en el directorio, la hubiera designado en octubre de 2020.
En diálogo con El Tribuno, la profesora de Historia y especialista en Educación Sexual Integral (ESI) se refirió a los desafíos que existen en la provincia para garantizar derechos de niños, niñas, adolescentes y mujeres, sobre todo, en las comunidades aborígenes. Habló sobre la importancia de que la perspectiva de género se incluya en los ámbitos de Salud, Educación y Justicia, entre otros, y observó que falta más inversión de la Provincia para implementar la ESI.
Últimamente se visibilizaron muchas situaciones de vulneraciones a mujeres aborígenes. ¿Ve que se trabaja para prevenir el chineo, por ejemplo, como se llama al abuso en banda de chicas aborígenes por parte de criollos?
La situación de las niñas, niños, adolescentes y mujeres indígenas es bastante preocupante, no solo en Salta sino también en todas las provincias, sobre todo del NOA, donde hay población indígena.
El patriarcado, como sistema cultural de dominación, ha permeado estas culturas y ha reproducido prácticas desiguales discriminatorias hacia mujeres y ancianos. Estas deben erradicarse desde el Estado, porque es una cuestión de derechos humanos que trasciende culturas e identidades.
Creemos necesario observar estas situaciones y que el Estado se haga cargo, a través de sus instituciones, de erradicarlas. Hay planes de acción y líneas de intervención desde los Gobiernos para tratar de avanzar hacia esa meta, pero es necesario entender que la problemática que tienen las culturas indígenas también debe estar atravesada por una cuestión de género, porque ahí también aparecen desigualdades sociales. No es solo una cuestión de las culturas occidentales cristianizadas: hay que pensar eso de forma transversal.
Hace unas semanas una joven aborigen embarazada murió en el hospital de Tartagal. La violencia de género se da de diversas maneras...
El Observatorio tiene interés en motivar investigaciones, relevamientos y datos estadísticos sobre la violencia obstétrica. Es una temática que a veces queda en un segundo lugar para la sociedad, porque son prácticas que se realizan en el ámbito de la salud pero que reproducen desigualdades, inequidades e, inclusive, formas de violencia simbólica o física hacia las mujeres que están en situación de maternar.
Creemos importante desde el Observatorio registrar y fortalecer todas las mesas de trabajo que hay sobre el tema. El año pasado ha habido reuniones para abordar esta problemática que sabemos está extendida no solo en Salta sino también en muchas provincias y localidades, y que tiene que ver con la cultura patriarcal que está internalizada desde la sociedad en su conjunto hasta en los profesionales de la salud.
El primer femicidio que hubo este año en la provincia fue de una nena wichi...
Es importante que las instituciones del Estado, que somos parte del sistema de protección integral de niños, niñas y adolescentes, reconozcamos las responsabilidades que tenemos en torno a esos derechos, como a una vida libre de violencia... Me refiero a instituciones educativas, de salud...
Cuando pensamos en una situación de violencia de género, si bien no es universal lo que le puede pasar a una mujer que vive una situación así, es importante que los organismos detecten a tiempo, puedan prevenir, denunciar...
En educación es clave que quienes estamos frente a las aulas detectemos estas situaciones y contribuyamos a desnaturalizarlas a través de la ESI. Los ámbitos de la Justicia y la Salud también tienen una responsabilidad para detectar a tiempo estas situaciones y abordarlas de forma integral.
Parece algo bastante complejo...
Sí, es complejo. Se piensa que hay prácticas que pertenecen al campo de la cultura y no se pueden cuestionar. Es necesario que revisemos todas las prácticas culturales que reproducen violencias, discriminaciones o desigualdades hacia mujeres, niñas y adolescentes.
Es una responsabilidad colectiva, de todas las personas que trabajamos en el Estado, en los diferentes ámbitos, el desnaturalizar estas prácticas. No es una tarea sencilla: implica también rever los grados de responsabilidad, porque todos en la sociedad tenemos responsabilidades para garantizar el acceso a los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Es una cuestión muy compleja y quienes estamos en organismos estatales debemos señalar o indicar cuando determinadas prácticas culturales vulneran derechos.
¿A qué tipo de prácticas culturales se refiere?
En la sociedad tenemos muchas poblaciones indígenas, diferentes formas y diversidades en cuanto a lo cultural, a lo étnico... Eso no debe entorpecer la responsabilidad que tiene el Estado desde una cuestión de derechos humanos y de perspectiva de género para abordar las desigualdades.
Usted estuvo a cargo del equipo de ESI del Plan Nacional de Prevención del embarazo no intencional en la adolescencia. ¿Qué desafíos encuentra en la provincia en este aspecto?
Hay muchos desafíos en materia de ESI. El año pasado se aprobó el protocolo para reconocer la identidad de género de niños, niñas y adolescentes. Sabemos que la escuela, en general, es un ámbito de muchas vulneraciones y hostigamiento.
Los desafíos en materia de ESI tienen que ver con lo institucional, con las responsabilidades que tienen las autoridades educativas para, no solo acompañar procesos de institucionalización de la ESI en todos los espacios y niveles educativos, sino también para acompañar procesos de aprobación de protocolos, adecuar prácticas, darle un calendario anual a las actividades para trabajar la ESI de forma específica, capacitaciones para docentes, para equipos directivos, para equipos de supervisores...
Siempre hay un desafío en la provincia de Salta que tiene que ver con que, si bien hay fondos nacionales para trabajar la ESI, todavía no se cuenta con fondos provinciales para trabajar con equipos estables en todos los niveles educativos.
El año pasado hubo una explosión de denuncias en colegios secundarios...
En 2021 se incrementó la cantidad de denuncias de chicos y chicas que evidenciaban prácticas que tenían que ver con el abuso o con el acoso, desde pares hasta docentes. Eso tiene que ver con la implementación de la ESI de forma más sistemática, por docentes que ya tienen formación, pero también tiene que ver con los movimientos sociales: chicos y chicas también participan de las transformaciones sociales y se dan cuenta de que ciertas formas de comportarse y representaciones no son adecuadas porque no son equitativas.
El Ministerio de Educación tiene una misión muy importante, que es poder acompañar esa transformación social. En Educación tenemos un protocolo que ha sido aprobado en 2019 con resolución ministerial Nº 546/D, que tiene pasos indicadores para que quienes estamos en las escuelas podamos saber cómo intervenir cuando hay situaciones de abuso sexual, de violencia de género y/o de maltrato infantil. Este ha sido creado con el Observatorio y muchas veces se lo desconoce en las escuelas.
Fuente de la Información: El Tribuno