Terrón Villagrán negó todos los cargos en su contra el primer día de audiencia
09/08/2016. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Habló el abogado acusado de abuso sexual en dos hechos y de distribuir pornografía intanfil. También declararon los padres de la menor que habría sido abusada y una psicóloga.
En el Salón de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial comenzó ayer, pasada las 10.20, el juicio contra Francisco Javier Terrón Villagrán. El abogado está acusado de abuso sexual gravemente ultrajante a una menor, abuso sexual simple en concurso real a una abogada y de distribución y facilitación de pornografía infantil (causa acumulada). Tras ingresar al recinto, el imputado intentó por todos sus medios de eludir los flashes disparados uno tras otro por los fotorreporteros. Ante la consulta de Silvia Acosta, presidenta de la Sala IV del Tribunal de Juicio, sobre si prestaría declaración, decidido el acusado dijo "sí". Fue una primera jornada intensa en la que también declararon los padres de la menor implicada.
"Quería hacerles saber quien soy yo. Soy una persona completamente normal. Estudié en un colegio católico y en una universidad católica. Trabajé en el Poder Judicial mientras estudiaba. Estoy casado en primeras nupcias con mi mujer hace años y tengo tres hijos menores. No he tenido en mis 39 años inconvenientes de ningún tipo. Tengo una familia entera, católica, presente y amigos. Es algo difícil lo que estamos atravesando, para mí y para los que me rodean", comenzó declarando el imputado, quien expresó haber sido amigo del padre de la menor porque jugaban al tenis.
Luego explicó lo sucedido la noche de enero del año pasado en su casa, donde habría abusado de la niña.
"A fines de enero de 2015 lo invité a comer pizzas a la parrilla. A la noche llegó mi hermano y su familia. Luego llegó éste señor solo, con sus dos hijos. Una hora después llegó su esposa junto a una hermana de ella. Me llamó la atención que él le preguntó a su esposa cómo estaba, y ella respondió: "Como querés que esté, pelotudo''. Yo continué la elaboración de las pizzas. Estuvimos en el quincho conversando. La conversación giró en torno a un hecho que había ocurrido en el colegio San Pablo. Una menor tenía pornografía, hablaba de un novio y como ya iban a comenzar las clases se habló de ese tema. Anteriormente se habían hecho reuniones pidiendo que el colegio tomara medidas. Teníamos un lindo grupo de padres", relató.
Terrón Villagrán aseguró que la noche transcurrió normalmente, que comieron pizzas y que los niños jugaban. "Mi hermano se retiró a las 12. Terminamos de comer. Serví un fernet y este señor me lo rechazó, me dijo que la noche anterior había estado tomando por lo que su esposa se había molestado. Él saludó y se fue. Se quedaron su esposa y sus hijos menores. Yo me retiré al baño cuya ventana da al quincho. Pasó una hora y decidió irse su esposa con su hermana y sus hijos", sostuvo. "Arriba estaba mi hijo con la hija de ellos, dormidos. Llegamos ahí y yo la alce a la niña y la bajé completamente dormida, pesada. Su madre estaba esperando. Yo la cargué a la niña en la Surán, dormida", hizo hincapié.
El acusado dijo que luego viajó a Formosa por trabajo unos días y que cuando regresó fue a comer a la casa de un vecino donde llegó la Policía con una orden de allanamiento. Se llevaron CD, cámaras fotográficas y celulares. "No sabía qué ocurría. Un amigo fue a la Ciudad Judicial para averiguar y me quedé en el auto. Cuando volvió me dijo que este señor me había denunciado por un supuesto abuso contra su hija. No le contesté, quedé sorprendido. Le conté a mi esposa y me desmayé, entré en crisis de llanto. Lloré y no entendía nada porque él era mi amigo".
Terrón Villagrán dijo que tuvo que ser llevado a una clínica psiquiátrica y que recibió medicación. En su relato enfatizó no entender por qué su ahora examigo lo denunció. "Por qué no vino a verme", señaló.
El relato de la madre
A contramano de lo expuesto por el imputado, el relato de los padres de la menor fue espeluznante, la madre relató lo que su hija le dijo después del supuesto abuso.
Según la mujer, su niña le preguntó si lo que "había hecho Pancho estaba bien", la nena le contó entonces que el hombre le pellizcó la cola y ella se despertó, en ese momento él empezó a bajarle el pantalón y la bombacha.
Según la madre, su hija le dijo que el imputado la besaba en sus partes íntimas y le pinchaba con su barba.
"ESTOY CONDENADO PERSONALMENTE"
También tuvo que explicar por el supuesto abuso a una colega y otro hecho. Una abogada denunció a Terrón Villagrán también por abuso. Al respecto, el imputado contó que la denunciante llegó a su estudio jurídico por recomendación y que luego de un evento le pidió a su colega que manejara el auto porque se sentía descompuesto.
"En el camino comenzó a preguntarme si era infiel a mi mujer. Me preguntó si le metería los cuernos a mi mujer, no le prestaba atención porque estaba descompuesto. Ella me sugirió ir a un alojamiento y le dijo que no por mi señora", declaró Terrón Villagrán, y luego agregó que siguieron trabajando juntos hasta que ella decidió poner su estudio tras algunas diferencias entre ambos.
PORNOGRAFÍA INFANTIL
"El 10 de junio obtengo la libertad. En esos días me reintegro a mi estudio. Traté de recuperar mi vida familiar, personal. El primero de julio se presenta una patrulla con orden de allanamiento y detención. Me trasladaron a la Alcaidía. Declaré y me acusaron de facilitación y distribución. La notebook era de mi propiedad, no se puede distribuir o facilitar algo que no tuve, tengo ni tendré. Esa computadora estaba en manos de mis hijos. Hace 18 meses estoy privado de mi libertad. No cometí ningún delito. Esto generará clamor por la menor, pero yo no tengo nada que ver con un menor", declaró el abogado.
"Estoy condenado y no mediáticamente ni socialmente, sino personalmente. Esto es algo de lo que nunca se regresa. Con mi familia hemos sufrido muchísimo por los delitos que se investigan. El primero nos causó estupor, dolor. Si habrá sido fantasía, fábula, inducción, no sé. Yo soy un abogado, soy una persona", finalizó Terrón Villagrán.
Fuente: El Tribuno