Todos los poderes del Estado siempre deben ser políticos
04/03/2013. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Abel Cornejo se mostró de acuerdo con la reforma al Consejo de la Magistratura propuesta por Cristina Kirchner.
Las reformas anunciadas por la Presidenta en la apertura de las sesiones legislativas del Congreso generaron dudas en varios funcionarios judiciales. ¿Cuál es su visión la elección por voto popular de los integrantes del Consejo de la Magistratura?
Estoy medio solitario en este tema, porque yo hice un planteo hace algunos años. Yo estoy de acuerdo con la elección de los consejeros. Pero no estoy de acuerdo con la elección de los jueces, que tienen que pasar por un proceso de selección como por el que pasamos ahora. Es muy bueno que los consejeros de la Magistratura tengan una elección popular.
¿Esa elección podría significar una politización de la Justicia?
Depende de cómo se lo mire. Todos los poderes tienen siempre que ser políticos. Eso va a depender de cómo se avance con esta reforma. Es interesante, porque se tiene que poner al frente a personas idóneas para que vayan al Consejo de la Magistratura. Es una buena razón para que haya, de una vez por todas, un debate a nivel ciudadano sobre qué Justicia se quiere. Ahora pasa que en el Consejo se toma un examen y no hay ni una persona sentada, pese a que las sesiones son públicas. Esta puede ser una forma de que haya un mayor compromiso ciudadano. Por supuesto que son temas que generan mucha polémica y generan reacciones muy conservadoras en ciertos sectores. Es muy importante generar este debate. Esto no va en contra de la estabilidad del Poder Judicial ni nada por el estilo. Las Universidades tendrían que tener otro rol también. En muchos sectores del interior, salvo en Córdoba, Rosario o en Tucumán, no hay mayores compromisos social en determinados temas. A través de las universidades se podrá presentar un candidato académico. Los abogados tendrán que ir a una elección popular. Lo que pasa es que en la letra de la Constitución, habrá que ver cómo se implementa esa reforma. Ahí puede llegar a haber algún tipo de obstáculo, pero por lo pronto habría que reformarla.
Con la judicialización de la Ley de Medios y el caso de Marita Verón, entre otros casos resonantes, se generaron algunos debates que se venían postergando en la Argentina sobre la democratización de la Justicia. ¿Usted los considera necesarios?
Son debates que la Argentina se tendría que haber dado desde el 83 para acá. Por ejemplo con el Fuero Federal, la competencia es muy amplia. Estos debates son también una oportunidad para que se discuta la especialización por materia, en vez de tener una competencia múltiple, como es ahora. Esas son las cosas que contribuyen a que haya una Justicia lenta y que no sea eficaz. Yo estoy de acuerdo con la Ley de Medios por ejemplo. El tema fundamental es que hay dos artículos en discusión. Es una Ley que fue aprobada por el Congreso Nacional. A raíz de esos dos artículos conflictivos se para toda la Ley. Se podría haber avanzado en el resto de la Ley en otorgar licencias. Ahora estamos en un año electoral y hay que repartir pautas publicitarias. En eso ya tendrían que estar todos los medios regularizados por el AFSCA.
¿La Justicia es un ámbito cerrado para la sociedad?
Muchas veces hay visiones muy conservadoras. La Justicia le debe a la sociedad una mayor celeridad, porque es ahí en donde está el nudo de todos los problemas. Hay que buscar mecanismos de modernización de la Justicia y de mejor gestión judicial para que cuando se produzca un hecho en conflicto tenga una solución mucha más rápida de la que tiene ahora. Es fundamental llegar a eso. Hay otra propuesta que hizo la Presidenta, y que yo la critiqué, que es generar otras casaciones en materias diferentes a lo penal. Si se crean Cámaras de Casaciones en lo civil, por ejemplo, son viejos proyectos que se venían postergando. Esto no es nuevo, sino es volver a traer algo en donde se busca descomprimir el trabajo de la Corte Suprema. Si comparamos con la cantidad de causas que tiene la Corte de la Nación con la de los Estados Unidos, por ejemplo, tienen más de 1000 causas por año, cuando en realidad la Corte lo que tiene que tener es un tribunal de interpretación de la Constitución con muy pocas causas como intérprete final. Los Tribunales de Casación son para cerrar las causas donde no hay una interpretación constitucional, sino un conflicto de intereses. Hubo muchos proyectos similares.
Otro de los proyectos que generaron polémica y resistencia en algunos sectores, tiene que ver con la idea de que los Jueces paguen Impuesto a las Ganancias. ¿Cuál es su visión?
Yo pago todos mis impuestos, pago impuestos a los bienes personales. Eso ameritaría, no como una cuestión espasmódica, sino en el marco de una reforma tributaria integral. Yo plantearía con esto que sería hora de que se ejecute la Ley de Coparticipación Federal que nunca se hizo bien desde la Reforma del 94. Yo estaría de acuerdo que los jueces paguemos ganancias como parte de una reforma integral. Pero tendría que haber un reparto mucho más equitativo a las provincias. Nosotros no solamente debemos acompañar anuncios de tributación, sino que una de las formas que tienen las provincias para crecer, sea acompañar una mejor distribución de los recursos, porque eso generaría otro tipo de desarrollo, de inclusión y de mejora de los niveles de la sociedad. Yo aceptaría pagar las ganancias en ese marco. Hay muchos jueces que piensan como yo. También hay que saber que si los jueces pagamos ganancias no se disminuyan los sueldos. Tienen que poner porcentajes que no afecten a los sueldos. Es justo también que los jueces paguemos ganancias.
La Justicia salteña está en la mira de muchos ciudadanos que no encuentran respuestas a sus casos. Hay familiares que ya llevan cerca de 100 marchas en la plaza 9 de julio.
La Justicia salteña está en un proceso muy particular en donde tiene la oportunidad de cambios. En primer lugar, porque se aprobó la Ley de jubilaciones, y la provincia adhiere a esa Ley, van a haber muchos cambios de Magistrados que se van a jubilar. Por otra parte, está la posibilidad de una
reforma integral, que incluye el Poder Judicial y Ministerio Público. Toda la Justicia va a mejorar cuando tengamos plazos para resolver. Todos los órganos de la Justicia necesitan de un plazo. Ahí está la cuestión. Lo que más le molesta a la gente es la demora. En el Poder Judicial siempre insisto que una parte va a quedar conforme y otra disconforme, como es lógico porque somos humanos. Sin dudas que la forma de mejorar la Justicia es que haya plazos para los Magistrados. La mayoría de las democracias del mundo hablan de plazos razonables de dos años con sentencia definitiva. También resolvió eso la Corte de derechos Humanos Interamericana y no solo en materia penal, sino que en cualquier materia. Es ahí a donde tiene que ir la Justicia. Si se hace una reforma de esa naturaleza sería muy revolucionaria. Además, eso sería más fácil para el control ciudadano. En la dilatación de los casos es en donde viene el descontento. Hay que articular para hacer la reforma que sea necesaria, en el ámbito legislativo y judicial, para que la Justicia se mueva dentro de los plazos que se determinen. Cuando tengamos plazos va a cambiar la situación. Por supuesto que hay un reclamo desde el dolor ante casos que son lacerantes y que incumben a todos los poderes del Estado pero, concretamente en la Justicia, son muy necesarios los plazos.
¿Está politizada la Justica salteña?
En realidad eso es positivo, porque en algún momento tiene que empezar a haber un debate sobre qué justicia queremos. No hay que asustarse con ese tipo de cosas. Hay que dar soluciones. La gente está en todo su derecho de reclamar y es parte de la seguridad ciudadana sentir que tiene una Justicia confiable. Hay que buscar mecanismos para dar respuestas con mayor rapidez a las demandas sociales. Esa es una materia pendiente y parte de la profundización de la democracia de manera integral. Es bueno que la gente se preocupe en discutir los cambios institucionales adecuados para esas demandas.
Fuente: Punto UNo