El carrero
10/01/2017. Rincón Literario > Poesía
Manuel J. Castilla le escribe a Hugo Riera en su loable y silenciosa tarea de carrero.
Lento señor del obraje,
gritador y polvoriento,
como una sombra se duerme
sobre tu espalda el pañuelo.
Arriero de las bagualas,
última luz tarde adentro,
por el silbido regresas
pero te vas despidiendo.
Lomo arriba de tu carro
van los quebrachos abiertos
colgando de sus heridas
la roja fruta del tiempo,
y por el aire el rebenque
puro amague y puro tiento
parte de la luz del verano
como el gajo de un incendio.
¡Ahijuna con el oficio
y con las mulas, carrero!
cuando se pierde la huella
siempre se le halla en el sueño.
¿Qué lindo te quema el vino
violento de los hacheros
cuando en la flor de las farras
tu sangre está amaneciendo!
Arriero de las bagualas
señor del pañuelo negro,
en la sombra de tu carro
viene doblando el silencio.