La baguala
18/07/2017. Rincón Literario > Poesía
Desde lo más hondo de su corazón tallado en piedra y madera, abundante como río caudaloso, Jaime Dávalos nos entrega su versión de la baguala en un poema que revela la inmensidad de sus versos.
Espina azul del grito
Que bandea el paisaje
Y el alma de los chacos
Lejanía hecha música en los cueros
Respiración que arisca se hace canto
Sonora transparencia
Escalofrío que por la sombra sube tiritando
Soledad lastimada de la sangre
Flor de la boca y alarido bárbaro
Que amor carnal de astilla desolada
Te lleva luz del bronce por el cielo
Y anda asustando el aire de la noche
La piel desierta y el instinto ciego
Cuando andes apagando chicherias
Matando el sueño a coca y agua ardiente
En los rostros las lámparas de arcillas
Han de brillar con una luz de aceite
Por las coplas la muerte despacito dobla lanzas
Y el canto de los teros
Sobre las apariencias enterradas
Convoca matorrales de poleos
Junco de plata herida que despierte al rocío
Sobre el monte distinta
Vendrás mirando con los agujeros
Al amor que socava las pupilas
El carnaval te empañara la pena
Los caballos al tiempo de la aloja
Te llevaran, donde se vuelve música
Y desenvainan solas algarrobas
Hermana de la fecha, planetaria desolación
Sonido de luz verde
Sube la cal los muros de la noche
Donde sueñan cuchillos con la muerte