Poemario
14/11/2014. Rincón Literario > Poesía
Por Abel Cornejo
Cuando las horas no tienen tiempo
cuando la eternidad de un instante
deja sin sentido a las palabras
aparece otro horizonte de tu nombre.
Y de pronto, como una luz cegadora
como un lucero incandescente
no existen mañanas, tardes ni noches
solo la simple razón de mirarte.
Y a través de tus ojos
descubro nuevos paisajes
que antes no tenían lugar en el alma.
Mientras me voy, siento que me quedo
en la quietud me invade
la inabarcable sensación de tenerte.
***
No se trata de morir,
ni aún en el intento
ni siquiera en el pensamiento
que pueda habitar un momento inoportuno, fugaz, o aciago.
No se trata de morir
ni sepultar un amor puro
aún cuando estuviese plagado,
poblado o herido de errores.
No se trata de partir
en las palabras no queridas,
en las buenas intenciones no dichas,
ni en ningún agravio.
Se trata de vivir
la sobrenatural gracia
de saber amarse, inconfundiblemente
intensamente, hasta el éxtasis.
Saber que el dolor invalida, paraliza
y hasta empequeñece
la verdadera razón de ser
de una pasión sin límites
que necesita comprensión…
Y si el perdón no alcanzara
a cubrir o reparar la magnitud de las ofensas
quedan los recuerdos
de haber vivido, en plenitud
una vida intensa
que merece la oportunidad, y todas,
de realmente ser vivida
intentando cada día
vencer todo lo que ella arrecia…
***
Pacto de amor a la intemperie:
Se conocieron en un momento de la vida,
en que nada estaba deterrminado
ni siquiera el instante sublime
para que sus cuerpos se fundieron en uno.
No supieron, ni quisieron superar las circunstancias
contra viento y marea,
De pronto todo fue pasión y fuego, en llamas.
A veces no encuentran las palabras
disienten sin sentido, a pesar de que saben que se aman
Como barco que se engolfa en la bahía
navegan un océano infinito, se adentran en la calma
sin pausa y sin medida
hasta la entrega absoluta,
los deja exhaustos, sin palabras.
Pierden, indefinidamente, la noción del tiempo y de las horas
viven como si fuese la última oportunidad
en que un hombre y una mujer transitan la vida
buscan cambiar la rotación de la tierra
ya no existen argumentos fútiles
ni mentiras piadosas,
solo la necesidad de tenerse, infinitamente, sin distancias…
***
En tu patio
tras la lluvia
quedan hojas amarillas
y un aroma misterioso
que lo envuelve y que lo habita.
En tu patio
hay una sombra
enredada de glicina
y adormece cada tarde
los colores de la vida.
En tu patio
hay una virgen
amurada, que nos mira
y bendice nuestro tiempo
es sin pausa ni medida.
En tu patio
que lo escolta
una vieja galería
posa un banco de madera
y una historia de familia.
En tu patio
vuelan sueños
ilusiones y utopías
tras su trino los gorriones
le dan música a la brisa.
En tu patio
está tu nombre
como punto de partida
de un camino al infinito
de un amor que no termina.
***
¿Dónde habita le silencio de la noche,
en el perfume profundo de tu patio,
en la glicina colgada de antaño,
o en esa flor que todavía no duerme?
¿Dónde está ese suspiro estremecido,
En la intimidad de una habitación silente,
en un espejo que fuera puerta y que se mece
o en tu contorno de mujer en el reflejo?
¿Por qué tus lágrimas, como río infinito
sin cauce, se desbordan de tus ojos
en ese color de un verdor entristecido?
¿Será un incierto sendero arrepentido
Escarpado en abruptas soledades
Que hoy encuentran finalmente su destino?